Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
«Egregias damas: señores sietemesinos: Tengo la vergüenza de confesar a ustedes que la mayor parte de los domingos y fiestas de guardar me paso la tarde dando vueltas en el paseo de Recoletos lo mismo que un mancebo de la Dalia azul. Me quedo, por tanto, en Recoletos sin motivo alguno que pueda justificarme, por pura perversidad, lo cual revela mi depravada índole.
Atacado de una especie de epilepsia ambulatoria corría de su casa a la de Tristán, de aquí al teatro, después al colegio Platónico a prevenir al mayordomo, al inspector y a uno de los pasantes, hombres de toda su confianza, que estuviesen preparados para todo, en seguida al Greco-Latino a hacer lo mismo, más tarde a buscar al marido de su lavandera para entregarle una entrada de paraíso, luego al café de Madrid para ver a Fariñas, su camarero favorito, quien le había prometido tres o cuatro hombres de buenas manos callosas que sonaban como tablas, luego a visitar a un dependiente de la Dalia Azul que había conocido una tarde de merienda en los Viveros.
Piedad le llevó al cocinero una dalia roja, y se la prendió en el pecho del delantal: y a la lavandera le hizo una corona de claveles: y a la criada le llenó los bolsillos de flores de naranjo, y le puso en el pelo una flor, con sus dos hojas verdes.
Palabra del Dia
Otros Mirando