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Tradujo el libro al latín un español llamado Ciprián ; se tradujo también al holandés , como arma política que avivara el sentimiento de insurrección en las Provincias Unidas , destinando al mismo objeto en Aragón otro libro titulado Un pedazo de historia de lo sucedido en Saragosa de Aragón á 24 de septiembre de 1591.

Entre estos últimos ¿quién no recuerda al famoso abad Esperaindeo, doctor ilustrísimo, de feliz recordacion, luz brillante de la iglesia en aquellos tiempos borrascosos, varon elocuente, maestro de los mas grandes genios que florecieron en la España mozárabe, y de quien se escribió que entre las amarguras que por entonces inundaban toda la Bética, prevalecian los raudales de su prudencia con los cuales endulzaba lo mas salobre? ¿Quién no descubre al punto á Eulogio, cuya figura colosal nos sale siempre al paso en nuestras indagaciones sobre aquellos oscuros tiempos, como nos atrae la mirada un hermoso planeta cuando nuestra vista se sumerge en los insondables piélagos del firmamento: luminar de la iglesia española durante su persecucion, restaurador de las ciencias eclesiásticas y de las humanidades, maestro de mártires y mártir gloriosísimo? ¿Quién finalmente se olvidará del caballero cordobés Alvaro Paulo, tambien discípulo sobresaliente de Esperaindeo; del doctor Vicente, á quien este mismo caballero nombra, y en cuyo elogio basta decir que el título de doctor era á la sazon de mucha dignidad en la Iglesia, y que por lo mismo se daba muy raras veces; de aquel eximio abad Sanson, rector de la iglesia de S. Zoil, de quien poco hemos hablado; del sabio Leovigildo, presbítero de la iglesia de S. Ciprian, que tan elocuentes páginas escribió sobre la observancia del trage clerical?

Esta era la forma general de las basílicas latinas, godas y mozárabes: esta la que próximamente debian presentar aquellas antiguas iglesias de S. Acisclo, de S. Zoil, de S. Ciprian, etc., que tanto ilustraron con su virtud y su ciencia, ya mártires hoy gloriosos, como el presbítero S. Perfecto, el levita S. Sisenando, el diácono S. Pablo, los Stos.