United States or Burkina Faso ? Vote for the TOP Country of the Week !


A ellas les solía parecer bien un piropo de un estudiante o de un hortera; pero la indignación fingida era mayor cuando un levita se propasaba y siempre acompañaba a la protesta del pudor el sarcasmo. Aquellas jóvenes, que no siempre estaban seguras de cenar al volver a casa, insultaban al transeúnte que las llamaba hermosas, suponiendo que el futraque tenía carpanta, o sea hambre.

Yo dije: 'José mío, güélvete liberal, que lo de carca no tercia'. Una nochecita me escurrí, y del tirón me jui a Barcelona, donde la carpanta fue tan grande, maestro, que por poco doy las boqueás. ¡Ay!, tocayo, si no es porque se me terció encontrarme allí con mi sobrina Fortunata, no la cuento. Socorriome... es buena chica, y con los cuartos que me dio, trinqué el judío tren, y a Madriz...».

Hizo algunos ascos, pero al fin pudo más el hambre que los remilgos, y apencó con la teta artificial. «Mira, mira, qué pronto se hace a todo el angelito. ¡Si es lo más noble...! Rico... ¡qué carpanta estábamos pasando!». La madre le miraba con desconsuelo, aunque contenta de que se hubiera encontrado forma y manera de vencer la dificultad. «¿Sabes una cosa? le dijo su tía, poniéndole las manos en la cara . Tienes calentura... Eso es por ponerte a pensar lo que no debes. ¡Si hicieras caso de , ahora que vas a ser la reina del mundo...! Porque lo que es tu tanto mensual te lo tienen que dar.

Se habrá usted perdido, por supuesto. Alguna vez; pero he preguntado y fui saliendo adelante. Pues hijo, como usted tardaba tanto, ya creía que se nos había extraviado. Estaba pensando en poner un anuncio en los papeles... Buena carpanta traerá ya, ¿verdá uté? Así, así. Pues a comer, hijo, ¡andandito! Y se alejó como un jilguero que va a posarse en otra rama.

Hambre, y de órdago, era lo que yo padecía, pues devoré la carne y las patatas hasta no dejar migaja, y sobre esto pedí queso y otro bollo de pan. Nunca imaginara que un hombre, en el estado de espíritu en que yo me hallaba, pudiera sentir con tal apremio esa necesidad. Pero lo he visto comprobado prácticamente, y contra los hechos no hay argumento. ¡Compare, qué carpanta se trae usted!