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Actualizado: 11 de junio de 2025


Hablemos ahora de la familia de Afán de Ribera, o Perafán de Ribera, que en esto no están acordes los cronistas. Ocupará el primer lugar en esta enumeración reverente la señora Condesa viuda D.ª María Castro de Oro de Afán, etc., aragonesa de nacimiento, la cual era de lo más severo, venerando y solemne que ha existido en el mundo.

Sacaré una copia, y le prometo que en el primer libro que escriba la publicaré, haciéndome solidario de las ideas que encierra. Los últimos acordes del Fausto, fueron arrancados al piano, á la sazón que el toque de las ánimas nos recordó que el Padre cenaba á esa hora, y por lo tanto nos dirigimos al convento. La promesa de mi amigo Pardo, no se dejó esperar.

El ventisquero me representó un monstruo enorme de hielos puntiagudos que avanzaban á mi encuentro; ese mar de Granville, un ejército de olas enemigas que concurrían acordes al asalto. Mi huésped no era viejo, pero achacoso, enfermo. A pesar de que estábamos en agosto tenía cerrada la ventana.

Recuerdan todos ellos, acordes con el Diario de navegación de D. Cristóbal, los nombres de los capitanes, los de los pilotos, con los de algunas más personas señaladas; de la mayoría no hacen mención y estuviera del todo olvidada, si la conveniencia ó la necesidad de hacer probanza no hubiera estimulado á D. Diego Colón á buscar y presentar por testigos en el pleito que sostuvo contra la Corona, á los que habían navegado con su padre, haciendo lo mismo el fiscal del Consejo de Indias en defensa de su gestión.

Se subía, con gestos risibles, a las más agudas notas de la escala, como sube el mono por una percha; descendía de un brinco al pozo de los acordes graves, donde simulaba refunfuños de viejo y groserías de fraile.

Porque sabía que ésta era una de sus cualidades sobresalientes y que le hacían más apetecible al bello sexo. Esperaba hacía rato a Valentina. Pero ya estaba el salón poblado de damas, y la fementida orquesta de metal había tocado dos bailables, sin que la costurera gentil hubiera hecho su aparición en el baile. Volvieron a sonar los acordes de una mazurka.

Los críticos modernos que lo mencionan, pues de los antiguos no lo cita ninguno, están acordes en considerarlo como obra de capital importancia, intermedia por su estilo entre lo que pintó en Italia y lo que de allí en adelante hizo en la Patria.

Palabra del Dia

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