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Actualizado: 1 de junio de 2025
Los moriscos, siempre fija la vista en su independencia y su venganza, no apartaban su cariño de aquella familia que por tantos años había sostenido en España el vacilante poder de los árabes haciendo de Granada la ciudad más hermosa del mundo.
Sabido es que los árabes miraban con la mayor escrupulosidad el cumplimiento de la oracion llamada salath ó namaz que constituia todo su oficio divino, y que la consideraban tambien de precepto divino.
El puente y la Calahorra. Algunos historiadores árabes atribuyen á Octaviano Augusto la construccion del antiguo puente de piedra. Destruida la obra romana, los sarracenos la reedificaron sobre sus mismos cimientos , y todos los califas de la dinastía de Merwan se esmeraron en su conservacion.
Preparóse para aposento del rey el palacio del obispo, pasando este su habitacion al hospital de S. Sebastian, que pidió al cabildo, trasladando los enfermos al de Anton Cabrera; y para que S. M. pudiera ir desde el templo á su palacio sin que le importunase el gentío, se engalanó como era regular el pasadizo por donde los reyes árabes se trasladaban de uno á otro edificio.
La misma desgraciada suerte han corrido los soldados blandengues, que fueron destinados á aquellas guardias, porque es cosa demasiado cierta y averiguada, que en falta de las propiedades que arraigan á los hombres y familias, en cuanto termina la ocupacion que les dá su subsistencia, vagan por las campañas con la misma facilidad que lo hacen los Arabes ó los Pampas.
7 Y acaeció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, y los amonitas, y los de Asdod, que se había puesto remedio a los muros de Jerusalén, porque ya los portillos comenzaban a cerrarse, se encolerizaron mucho; 8 y conspiraron todos a una para venir a combatir a Jerusalén, y a hacerle daño.
Los que les han hecho rostro han sido disipados con la misma presteza que el águila suele desbaratar una bandada de palomas. Aprestad las armas i los caballos, empuñad los áceros, volemos al campo de los árabes, atrepellemos sus escuadrones i hagamos en ellos horrible i espantosa matanza.
Ninguno de los personajes es indígena; todos son turcos, árabes, caballeros cruzados, embajadores, duques, guerreros con armaduras, provistos de armas encantadas y de bálsamos como el famoso de Fierabrás; los buenos castellanos, los malos extranjeros.
Pasando ahora de las letras á la ciencia, empezaré por decir que no me incumbe estimar aquí y tasar en su valor la de los árabes; pero sí procuraré, aunque sea compendiosa y someramente, hacer tres importantes afirmaciones.
El interés y el efecto ganan mucho con cierta juiciosa irregularidad, y merced á ella los grandes monumentos árabes y góticos ofrecen cada vez que se los contempla nuevas bellezas.
Palabra del Dia
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