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Actualizado: 13 de junio de 2025
Mi padre quiso darme esa codiciada felicidad; no pudo lograr sus propósitos; pero de él heredé ese instinto de soberbia altivez con la cual rechacé en todo tiempo, de niño, de mozo, y de hombre maduro, la humillación indigna, la reprensión inmotivada, el atropello brutal de quien se consideraba superior a mí.
La Acción Francesa le apoyará; saldrá usted con dos conservadores, que se disfrazarán de moderados; yo y Chaulard, el liquidador, corremos con los gastos...» ¿Qué hubiera hecho usted en mi lugar...? Hubiese aceptado. ELOY. ¡Yo lo rechacé! ¡No se ha hecho ese pan para mis dientes! EL JUEZ. ¡Bah! ¡La cuestión es comer!
Aunque la comparación se me rechace, negando la paridad de las circunstancias y alegando el muy diverso carácter de las épocas, todavía inclina un poco el ánimo a tener por algo problemática la habilidad del rey Don Felipe. Su circunspección pecaba de minuciosa. Tal vez dificultaba sus empresas la abundancia de medios que empleaba para darles cima.
La explicación que tuve con él, cuando él volvió de Madrid y yo le rechacé al ir él a abrazarme, fue horrible... horrible.... Sus infames disculpas, sus burlas cínicas cuando le arranqué la máscara, el desdén con que me dijo que yo no sabía vivir y que me había forjado del mundo una idea fantástica, y la insolencia con que acabó por calificarme de loca y de insensata, me han afirmado en mi decidido propósito de una eterna separación.
Querían llevarme con ellos, hacerme compartir lo poco de felicidad que les quedaba todavía: me crearía un interior en la casa de mi cuñado; pero rechacé su ofrecimiento con fiera obstinación.
» Doy, y no es poco, la de mi buena educación. ¿Le satisface a usted? » Como la mejor escritura púuublica me respondió tendiéndome la manaza, que no rechacé porque fingí tomar el suceso como señal de despedida, y aproveché tan buena coyuntura para levantarme y dar por terminada la conferencia.
La rechacé entonces bruscamente lejos del alféizar de la ventana y me lancé sobre las gradas superiores: había concebido un proyecto desesperado que ejecuté en el instante con la precipitación de una verdadera demencia. Como he dicho antes, la cima de las hayas y de las encinas, que se levantan en los fosos de la torre se elevan hasta el nivel de la ventana.
Palabra del Dia
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