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Es mas propio de este medicamento el producir sueños, que simulan el delirio, ó una somnolencia comatosa con agitacion y estravagancias. El incremento de la sensibilidad no existe tan solo en los ojos y los oidos, sino que se estiende á toda la superficie cutánea, en la que la sensibilidad y la contractilidad adquieren una agudeza estraordinaria y se elevan hasta las convulsiones y el tétanos.

A estas horas, el Estudiante, no creyendo su buen suceso y deshollinando con el vestido y los ojos el zaquizamí, admiraba la región donde había arribado, por las estranjeras estravagancias de que estaba adornada la tal espelunca, cuyo avariento farol era un candil de garabato, que descubría sobre una mesa antigua de cadena papeles infinitos, mal compuestos y ordenados, escritos de caracteres matemáticos, unas efemérides abiertas , dos esferas y algunos compases y cuadrantes, ciertas señales de que vivía en el cuarto de más abajo algún astrólogo, dueño de aquella confusa oficina y embustera ciencia; y llegándose don Cleofás curiosamente, como quien profesaba letras y era algo inclinado a aquella profesión, a revolver los trastos astrológicos, oyó un suspiro entre ellos mismos, que, pareciéndole imaginación o ilusión de la noche, pasó adelante con la atención papeleando los memoriales de Euclides y embelecos de Copérnico; escuchando segunda vez repetir el suspiro, entonces, pareciéndole que no era engaño de la fantasía, sino verdad que se había venido a los oídos, dijo con desgarro y ademán de estudiante valiente: ¿Quién diablos suspira aquí?, respondiéndole al mismo tiempo una voz entre humana y estranjera: Yo soy, señor Licenciado, que estoy en esta redoma, adonde me tiene preso ese astrólogo que vive ahí abajo, porque también tiene su punta de la mágica negra , y es mi alcaide dos años habrá.

Esta doña Victorina era muy conocida en el pais por sus estravagancias y caprichos. Frecuentaba mucho la sociedad y se la toleraba siempre que se presentaba con su sobrina, la Paulita Gomez, bellísima y riquísima muchacha, huérfana de padre y madre, y de quien doña Victorina era una especie de tutora.