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Actualizado: 5 de noviembre de 2025
El conde, por razones que ahora sería muy largo exponer, desea abandonar a la señora de Chermidy y unirse, con arreglo a su jerarquía, con una de las más ilustres familias. Se preocupa tan poco de los bienes de su futura, que asegurará a su suegro una renta de cincuenta mil francos. El suegro que él desea es usted, y me ha encargado que explore sus disposiciones.
No se conoce el genio de las personas hasta que no llega la ocasión de mostrarlo». A pesar de estas disposiciones belicosas, cuando Papitos le dijo que la señora no había vuelto todavía, quitósele de encima un gran peso, porque en verdad la revelación del secreto y el cisco que había de seguirle eran para acoquinar al más pintado.
La familia sintió miedo al contemplar el voluminoso documento. ¿Qué disposiciones terribles habría dictado Madariaga? La lectura de la primera parte tranquilizó á Karl y Elena.
El clero que administra la parroquia de este pueblo, como las de los demás de todo el distrito, son clérigos indios, y tanto escasea en aquella isla el conocimiento del castellano, que en las elecciones de Gobernadorcillos, hay que prescindir de este requisito, indispensable según las disposiciones vigentes para ocupar aquel puesto.
La posicion tan apartada de esta poblacion la pone cuasi en contacto con muchas tribus todavía salvages, pero que se encuentran en las mejores disposiciones para convertirse al cristianismo.
Yo, en opinión de las personas timoratas, estoy cometiendo un grave pecado. Yo no soy timorato. Pero debo darle una explicación. Así como en el Estado hay delitos artificiales, en la Iglesia hay pecados artificiales. Una de esas disposiciones pasajeras es la obligación de comer de vigilia cuatro días de la Semana Santa.
Yo hice un gesto que indicaba mi conformidad con tan heroico proyecto; pero cuidé de que no me viera Doña Francisca, la cual me habría hecho notar el irresistible peso de su mano si observara mis disposiciones belicosas.
Pero como tengo que quedarme aún algunas horas en París para escribir a mi amigo el conde de Mengis y dictar algunas disposiciones, si no hay nada más que hablar, hijos míos, separémonos ahora y a las cinco volveremos a reunimos para comer juntos como lo hacíamos antes, en otro tiempo mejor. Después, cada cual se marchará por su lado. Hasta la tarde, pues, querido tutor.
Y en cuanto le veía convencido, empezaba a tomar disposiciones para recibir a Su Divina Majestad: la dama más avezada a recibir gente principal en sus salones no le sacaría ventaja.
Es por esta razón qué se tomaban disposiciones para que en la mala estación época en que había poco trabajo y las horas parecían largas varios vecinos tuvieran sucesivamente mesa abierta. Así que los platos del squire Cass no eran tan frescos ni tan abundantes, sus convidados no podían hacer mejor cosa que trasladarse a la casa del señor Osgood, en los Huertos.
Palabra del Dia
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