United States or Oman ? Vote for the TOP Country of the Week !


Maldiciones le eché cuando vi tan gran disimulación que no pensé acabar.

Reventaban de risa con estas cosas los duques, como aquellos que habían tomado el pulso a la tal aventura, y alababan entre la agudeza y disimulación de la Trifaldi, la cual, volviéndose a sentar, dijo: «Del famoso reino de Candaya, que cae entre la gran Trapobana y el mar del Sur, dos leguas más allá del cabo Comorín, fue señora la reina doña Maguncia, viuda del rey Archipiela, su señor y marido, de cuyo matrimonio tuvieron y procrearon a la infanta Antonomasia, heredera del reino, la cual dicha infanta Antonomasia se crió y creció debajo de mi tutela y doctrina, por ser yo la más antigua y la más principal dueña de su madre.

«Cuanto á lo que os dijo el Rey por Manuel Don Lope, será acertado que pase en disimulación, pues la calidad de su delito no permite otra cosa, y así daréis allá la salida que mejor os pareciere

7 Antes por el contrario, como vieron que el Evangelio de la incircuncisión me era encargado, como a Pedro el de la circuncisión, 11 Pero viniendo Pedro a Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar. 13 Y a su disimulación consentían también los otros judíos; de tal manera que aun Bernabé fue también llevado de ellos en su hipocresía. En ninguna manera.

En esto estábamos, cuando vino uno con sus botas de camino y su vestido pardo, con un sombrero prendidas las faldas por los dos lados. Supo mi venida de los demás y hablóme con mucho afecto. No pude tener la risa, y él, con gran disimulación, dijo: -Haráse a las armas, y no se reirá. Yo apostaré que no sabe por qué traigo este sombrero con la falda presa arriba.

A lo que, con gran flema y disimulación, respondió Sancho: -Si son requesones, démelos vuesa merced, que yo me los comeré... Pero cómalos el diablo, que debió de ser el que ahí los puso. ¿Yo había de tener atrevimiento de ensuciar el yelmo de vuesa merced? ¡Hallado le habéis el atrevido!

Vine yo con gran disimulación, y en entrando, me dieron la cédula diciendo: -Dineros y amor mal se encubren, señor don Ramiro. ¿Cómo que nos esconda V. Md. quién es debiéndonos tanta voluntad? Yo hice como que me había disgustado por el dejar de la cédula y fuime a mi aposento.

Y este indio, como los viese, sentóse en el suelo y hizo que se pasaba á atar cierta atadura de sus zapatos, la cual disimulacion era seña y aviso para sus compañeros que detras dél venian; al cual, como le viesen en la manera que habeis oido, de uno en otro volvió la nueva á los dos señores que detras dellos venian, los cuales, como entendieron que era emboscada, mandaron á todos los suyos que se recogiesen é juntasen allí do la voz les habia tomado, excepto á los cincuenta que delante habian salido; á los cuales mandaron que se anduviesen por allí mirando é descubriendo á los que estaban en la emboscada si salian ó pasaban delante, y avisasen al que ataba los zapatos, llegando un indio bajamente á él, el cual le dijese que mostrase que ataba y desataba sus zapatos y otras cosas de su traer, con lo cual mostrase disimulacion de lo que allí entendia.