United States or Saint Lucia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Su amor propio sufriría... ¡figúrese usted!... ¡con el orgullo que tienen! Sería un campanazo en todo Buenos Aires. Además... esto es lo triste... parece que hay por medio deudas, favores, pagarés, hipotecas... ¡qué yo!... Y, claro, con la boda todo se arreglaba. ¡Naturalmente! Todo, menos lo tuyo. Pero, ¿no debo yo sacrificarme por todos? No, hijita; ¡eso nunca!

Esta sentencia definitiva que se prometía a sus súplicas, le entreabría el cielo. Toda esa tarde se creyó un Tenorio. Con el último campanazo de las doce, dado por el reloj de San Nicolás, penetraba él sigilosamente a la casa de su amada, y se arrojaba en sus brazos. Un mundo de besos fue el saludo: era mudo, pero expresivo.

Pablo Aquiles dejaba hacer y Gregoria lo aprobaba todo, diciendo que más valía quedarse sin nada, que enredados en pleitos y debiendo a cada santo una vela; pero Casilda no se conformaba con lo que ella llamaba despojo y decidió dar el campanazo, antes de quedarse en la calle. Francamente, las cosas habían llegado a un extremo tal, que se necesitaba estar ciego para no ver en lo que iban a parar.

Ignoro la influencia que pueda yo ejercer en esto sobre ella. Y diga usted, misia Melchora: si Clotilde, a viva fuerza, quieras que no quieras, obligara a su hija a casarse, ¿usted aceptaría para su nieto un matrimonio así formado? Todo, menos un campanazo; todo, menos que mi nieto, un Nuez vana, quede desairado y en ridículo.

Resonó un fuerte y solemne campanazo, y unos segundos después se abrió la pequeña ventana de reja, apareciendo detrás la cara del hermano portero, de blanca barba, que nos hizo entrar en el acto.