Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de julio de 2025
Los árboles selectos, bien nutridos, tenían en su mayor parte tonos de felpa verde, intensos y aterciopelados; pero algunos amarilleando ya, se encendían al sol poniente como pirámides de filigrana de oro. Otros eran rojizos, de un rojo teja, que en las partes heridas por el sol se hacía carmín.
Cuando fuese casada cultivaría la tierra, como las otras: su blancura de flor se marchitaría, amarilleando; sus manos se tornarían negras y escamosas; acabaría siendo igual a su madre y a todas las payesas viejas, una hembra esqueleto, retorcida y nudosa, lo mismo que un tronco de olivo... Febrer entristecíase con estos pensamientos como ante una gran injusticia. ¿De dónde habría sacado este retoño el simple Pep, que estaba a su lado? ¿Por qué obscura combinación de raza había podido nacer Margalida en Can Mallorquí?... ¿Y habría de agostarse esta florescencia misteriosa y perfumada del tronco payés lo mismo que los otros brotes rudos que crecían junto a ella?...
Entre los árboles y en cuanto alcanzaba la vista, tupidos arbustos, amarilleando algunos al soplo del otoño. Al perfume de las flores se unían las gratas emanaciones resinosas de los pinares y sólo el rumor de claros arroyuelos interrumpía de cuando en cuando el murmullo de la brisa entre las ramas y el canto de los pájaros. Pero aquella soledad y quietud de los campos eran sólo aparentes.
Las losas der pavimento, dislocadas, dejaban entrever el agua negra. Sobre sus cabezas oían los expedicionarios el pisar de la gente, el batir del duro casco de las bestias. A veces se abría un respiradero, y al través de la reja de hierro filtrábase la luz del día, lívida y cadavérica, amarilleando la rojiza de las lámparas.
Palabra del Dia
Otros Mirando