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Actualizado: 1 de junio de 2025
Todo ello es más inexplicable, es más contrario a la razón que la más ridícula de todas las mitologías, que la más rudimental y primitiva de todas las religiones. Y, por el contrario, no bien afirmamos la existencia de Dios, todo se aclara y todo en el transformismo nos parece más hermoso y más conforme con la omnipotencia y la sabiduría de Dios que en cualquier otro sistema cosmogónico.
Dios tiene en sí la plenitud de ser; es su mismo ser, se llama con profunda verdad: el que es; pero de él afirmamos tambien con verdad que es inteligente, que es libre, y que tiene otras perfecciones no expresadas en la idea general y pura de ser. De esto se infiere que no debemos considerar la idea de ente como un tipo que nos represente algo determinado, ni aun en general.
La palabra América no expresa la idea del nuevo Continente, sino el mismo Continente. Es cierto que no existiera el término si no existiese la idea, y que esta sirve como de nudo para enlazar el término con la cosa; pero no lo es ménos, que cuando expresamos América, entendemos la cosa misma, no la idea. Así decimos la América es un pais hermoso, y es evidente que esto no lo afirmamos de la idea.
Otra era, á juicio nuestro, la finalidad que perseguía Estenoz; y aún á trueque de que se nos tache de excesivamente crédulos de cándidos, si se quiere afirmamos sin vacilar que su sueño dorado consistía en obtener la derogación de la llamada "Ley Morúa".
La afirmacion pues de un predicado expresa la relacion de identidad; y así es que no existiendo esta identidad con respecto al predicado en abstracto, se le expresa en concreto, para hacer entrar en el mismo, algo que envuelva la identidad. I, cap. Luego cuando percibimos la identidad afirmamos. Luego el juicio es la misma percepcion de la identidad.
En el primer caso afirmamos la repugnancia de las ideas de círculo y triángulo; en el segundo, la no repugnancia de que un triángulo tenga sus tres lados iguales.
Nuestra intuicion sensible, á la cual, por instinto y por razon, le damos un objeto real, se refiere á este objeto, como esencialmente compuesto, y en este órden que llamamos continuidad: si pues convertimos á este objeto en simple, destruimos el objeto como sensible: y por consiguiente afirmamos y negamos su objetividad sensible.
Como está una en desgracia... añadió la dama continuando la queja interrumpida, ya no se nos guardan ciertas consideraciones, y se nos desmiente cuando afirmamos una cosa. ¡Yo, señoras mías! balbució Elías. En otro tiempo dijo Salomé, respirando fuerte y acumulando en la mirada todo el desdén de su carácter, en otro tiempo no pasaba así.
La idea que tenemos del triángulo nos sirve para conocer y combinar, en cuanto tiene un objeto real ó posible; lo que afirmamos ó negamos de ella, lo referimos á su objeto: si este desaparece, la idea se convierte en un hecho puramente subjetivo, al cual no podremos aplicar sin abierta contradiccion, las propiedades de una figura triangular.
Sea cual fuere el objeto de que se trate, sean cuales fueren las condiciones en que se le suponga existente ó posible, decimos que mientras es, no puede no ser, y que mientras no es, no puede ser. Afirmamos pues la ley de contradiccion no solo para nuestros conceptos, sino para las cosas mismas: el entendimiento aplica á todo la ley que encuentra necesaria para si.
Palabra del Dia
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