Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de julio de 2025


Allí les esperaban algunos coches que los condujeron en diez minutos al palacio de la Dirección. A la puerta del parque y en las inmediaciones había una muchedumbre que saludó a la comitiva con vivas apagados. Eran los obreros, los que no estaban de tarea, a quienes el director había hecho venir desde Riosa con tal objeto.

Su imaginación, siempre alerta para los asuntos donde hubiese dinero, vagó, mientras el carruaje le conducía al Hipódromo, al través de los varios negocios en que estaba comprometido; pero se detuvo muy particularmente en el de la mina de Riosa. La combinación de Llera le iba pareciendo cada vez mejor. Sin embargo, tenía sus puntos flacos.

Estaba tan feo, que Fuentes dijo a Pinedo y a Jiménez Arbós señalándole: Ahí tienen ustedes al diablo recibiendo a sus brujas en el aquelarre de los sábados. Se le invitó a jugar al tresillo como siempre; pero rehusó. Había visto a dos banqueros a quienes quería pescar para su negocio de la mina de Riosa. Además le convenía hacer la corte a Jiménez Arbós algunos momentos.

A la una de la noche los convidados de Salabert se retiraron a descansar. Estaba en el programa que a las nueve de la mañana se reuniesen todos en el salón para ir desde allí a visitar los trabajos y la mina. Y se cumplió, no estrictamente, porque en España esto no puede suceder, pero con una hora de diferencia. A las diez salió la comitiva, bastante mermada por supuesto, en coche para Riosa.

Empezaba a hacerle la rosca para atraerle al negocio de las minas de Riosa. Se aproximaba el momento en que había de efectuarse la subasta. Necesitaba para entonces contar con algunos accionistas de consideración. D. Julián lo era, tanto por el capital que representaba, como por su carácter mismo. Gozaba en el mundo de los negocios fama de precavido, de receloso mejor.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando