Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de mayo de 2025


Por fortuna, el médico anunciaba una curación pronta, y con este pronóstico feliz tomaba tales alientos la dama, que su espíritu empezó a reservar un hueco no pequeño para todo lo concerniente al orden de la indumentaria elegante. Los regalitos de Milagros en aquella ocasión triste le llegaban al alma. Y cuenta que no eran bicoca estos obsequios.

Al cumplir el año se hace la liquidación del importe total de los trabajos, de los obsequios y del valor de todo lo comible y bebible, que ha llevado el pretendiente, y este se prepara á recibir su sentencia, pues al concluir el servicio se resuelve en definitiva si se le acepta ó no.

Se deshace con él en obsequios y atenciones; y, siempre que mi padre trata de hablarle de amor, le pone a raya echándole un sermón dulcísimo, trayéndole a la memoria sus pasadas culpas y tratando de desengañarle del mundo y de sus pompas vanas. Confieso a Vd. que empiezo a tener curiosidad de conocer a esta mujer; tanto oigo hablar de ella.

A Fortunata le gustaban mucho las flores, así vivas como cortadas; tenía los balcones llenos de macetas y se pasaba buena parte de la mañana cuidándolas. Mucho agradeció al buen caballero tales obsequios, que tenían mayor precio en la estación que corría. Las flores del ramo eran de las más bellas, raras y valiosas que hay en invierno.

Lo que había tomado era veneno, con los obsequios que su amigo, el conde de Agreda, tributó por más de una hora a Esperanza. Oye, feo, ¿por qué no comes? le dijo Amparo volviéndose de repente hacia él . ¿Es verdad que la chiquilla de Calderón no te hace caso? Te doy la enhorabuena, hijo, porque debe de tener mucho humor herpético.

Que el Conde de los Cristianos bajo el Califato era en todo dependiente de la voluntad del Sultan, se deduce claramente de lo que ocurrió en tiempo de S. Eulogio con el Conde Servando, famoso por su perfidia, el cual, segun afirman Alvaro Cordobés y el abad Sanson, llegó á aquella dignidad á fuerza de obsequios y regalos que hizo á los Palatinos, y logró orden del rey para exigir nuevos y exorbitantes tributos de los Cristianos, á quienes debía amparar.

Señores que pasaban por millonarios se dejaban adorar meses y meses sin soltar más que insignificantes obsequios, hasta que al fin la pobre mujer creía llegado el momento de realizar sus esperanzas formulando una petición. «Mi gringa linda: no te puedo dar plata porque los negocios andan mal. Además, la plata la gastarías inmediatamente.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando