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Veo á larga distancia un objeto que se mueve, y digo: «allí hay un hombreacercándome mas, descubro que no es así; y que solo hay un arbusto mecido por el viento. ¿Me ha engañado el sentido de la vista? no: porque la impresion que ella me trasmitia era únicamente de un bulto movido; y si yo hubiese atendido bien á la sensacion recibida, habria notado que no me pintaba un hombre.

Si como llevo demostrado, la vista de un punto externo me basta para convencerme de su existencia, la de muchos me bastará para estar seguro de la de muchos; y la continuidad de la impresion me cerciora tambien de la continuidad de los puntos imprimentes. Si toco un objeto visto, el tacto me confirma el testimonio en la parte que á él le corresponde, es decir la multiplicidad y la continuidad.

Ya he dicho que el espacio como distinto de los cuerpos, es nada; pero el objeto de la idea del espacio es la misma extension de los cuerpos; ó mejor, esta extension es el fundamento de donde sacamos la idea general del espacio, y ella á su vez, queda tambien comprendida en la idea general.

La religion se diferenciaba, no solamente segun las naciones, sino tambien segun las tribus; todas ellas tenian un sin número de fiestas y solemnidades, cuyo no menor objeto era el reunirse para beber sin tasa licores fermentados. Frecuentemente su culto no era otro que el de la naturaleza.

Cuando se embarcaba, se internaba más que nunca en el mar y sus brazos robustos encontraban un placer en impulsar los remos; cualquiera que fuese el objeto de su visita, un encanto invisible lo atraía siempre cerca de Germana, lo mismo por tierra que por mar; se volvía hacia ella como la brújula a la estrella, sin tener conciencia del poder que lo atraía.

Tienen ahora unas reuniones secretas, sin duda con objeto de fraguar algún complot para quitarnos la poca libertad que tenemos. Por una casualidad se ha descubierto que algunos ministros y diputados de los más influyentes de la mayoría se reúnen en una casa de la plaza de Afligidos. ¿Pero es cierto? dijo Lázaro, procurando disimular su turbación. ; no quién lo ha descubierto.

Hay que confesar que los negros de Oriente, los mismos que al alborear nuestra gloriosa guerra de Independencia, se lanzaban sin armas ni pertrechos contra los valerosos soldados españoles, para arrancarles á viva fuerza los fusiles de que carecían, no han mostrado ahora el valor heroico, desesperado, salvaje, si se quiere, que hizo de ellos en aquella época un objeto de admiración y de terror.

Con ella le infirió multitud de heridas, y dejándole ya muerto, huyó á esconderse en alguno de los rincones de Triana, donde tenía gentes que por miedo le favorecían. Al poco tiempo un alcalde de corte y un alguacil acudieron á Triana con objeto de capturar al bravo, empresa que era más difícil de lo que ellos creían.

Esto no mitiga los juicios de que la homicida era objeto.

Este reparo, á primera vista muy grave, deja de serlo si se reflexiona que los axiomas mas evidentes pueden ser considerados de dos maneras: empírica, ó científicamente; ó en otros términos, en cuanto sirven á la aplicacion, ó en cuanto son objeto de un exámen analítico.