United States or Suriname ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y yo le adivinaba, no como pasión que tuviese en la menor impureza, sino como sentimiento etéreo, inmaculado, que no es amor, ni es amistad; que no ha de tener nombre; que es inefable en todo lenguaje de la tierra; que si tiene nombre ha de ser en el cielo. ¿Qué quieres? Vanidad de mujer. Novelas ridículas que nosotras nos forjamos en la imaginación y que, sin duda, no tienen realidad alguna.

Durante la lectura de las últimas páginas de La sima nos forjamos por algunos momentos la grata ilusión de que Ramona, en medio de su abandono, iba a hallar un noble valedor en el torero: alguien que la protegiese sin exigirle brutalmente la paga; pero, como ya queda indicado, esta ilusión se desvanece pronto. El torero no es mejor que los demás seres de nuestra especie.

Sin querer, sin apercibirme, repito á mi mujer varios letreros que me acuden á la memoria, y sin querer tambien aquel recuerdo me entristece. Esta tristeza que experimento tiene una historia que seria muy larga de contar; muy larga y muy penosa. ¡Cuántas ilusiones nos forjamos! ¡Y qué caras nos cuestan algunas ilusiones! ¡Qué triste es á veces ver la realidad! ¡Ay!

Como sabemos disimular, vivimos en realidad con dos vidas, una para mamá y otra para nosotras mismas; una vida, acá para una sola, y que tiene sus pesares y sus delicias... Como nos apartan del mundo, nosotras nos hacemos un mundito a nuestro modo, y echando fuego, mucho fuego al horno de la imaginación, allí forjamos todo lo que nos hace falta. Ya lo ves, amiga. ¿Tengo yo la culpa?