United States or British Virgin Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


ISIDORA. Paréceme que entra poca luz, que anochece... JOAQUÍN. Es que se ha nublado. ISIDORA. Mira el reloj. JOAQUÍN. No me da la gana. ISIDORA. ¡Ay! Esas gracias me han hecho llorar mucho. ¡Si él supiera las mías!... JOAQUÍN. Hace unos quince años Sánchez Botín era un zascandil.

Entró ella en la alcoba. Botín se paseaba con lento andar en el gabinete. «Vamos, vamos, no seas terca. No te perdono; pero te doy respiro hasta mañana. Además...». La miró atentamente, mientras ella revolvía en la cómoda. La miró embelesado, ¿a qué negarlo?, y algo confuso le dijo: «Y mañana podrás llevarte todos tus vestidos». Isidora no le contestó, ni le miró siquiera.

Y así se mantuvo inmóvil, sin atreverse a retraer aquella diestra pecadora y cargada de botín al seguro rincón del seno, donde almacenaba siempre sus latrocinios.

Regalos cuantiosos llovían sobre ella. Los vencedores mostraban la misma generosidad de los bandidos después del reparto de un botín fácilmente conquistado. Olga se tomaba á veces el trabajo de desfigurar las joyas robadas.

Aquiles era el más valiente de todos los reyes griegos, y hombre amable y culto, que cantaba en la lira las historias de los héroes, y se hacía querer de las mismas esclavas que le tocaban de botín cuando se repartían los prisioneros después de sus victorias.

de los esclavos en Sevilla Como una triste consecuencia de la guerra, como costumbre aceptada y reconocida por todos los reinos de Europa, en los que podríamos llamar código ó convenciones militares, es sabido que los prisioneros constituían parte del botin del vencedor, y por lo que respecta á España, de igual modo que nosotros imponíamos la esclavitud á los enemigos que aprisionábamos, así también aquellos nos sometían á durísimos cautiverios, extremando sus rigores hasta el más bárbaro refinamiento.