Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de junio de 2025


Allí la tolerancia solía tener su asiento; y las personas, los personajes en quien más arraigadas están ciertas ideas venerables al fin, porque son profesadas con sinceridad y vienen hasta cierto punto de abolengo, obligan por la raza, esos mismos personajes, entre los cuales cuento al papá de este joven ilustrado, a mi buen amigo y condiscípulo el excelentísimo señor marqués de Vegallana, respetaban mis opiniones, como yo las suyas.

Con todo, el emperador José II emprendió allí reformas que contrariaban fuertemente las tradiciones municipales del país, profundamente arraigadas, y al cabo estalló la revolucion, en términos que la nacion se habia emancipado y constituido en 1789, bajo el nombre de «Provincias Unidas de Bélgica», en los momentos en que la revolucion acababa de formalizarse en Francia.

Ya estaba dicho. Pep, escandalizado por tales palabras, herido en sus ideas más antiguas y arraigadas, levantó las manos, al mismo tiempo que su alma simple se asomaba a los ojos con temblores de sorpresa. ¡Siñor!... ¡Siñor!...

Así y todo, no acrecenté el heredado de mi padre, y hasta le mermé en una buena tajada, porque no todos los tiempos corrían iguales para el vil ochavo; y yo, aunque sin perder de vista lo útil que es este ingrediente para vivir a gusto entre los hombres, no había nacido para esclavo de él y tenía muy arraigadas aficiones que no eran baratas.

Si para sujeción transversal de los masteleros se usaban obenquillos y si para poder tesar éstos sin alabeo de las cofas ó crucetas se usaban arraigadas cosidas en sus extremidades inferiores á los sotrozos de las jarcias firmes. Si llevaban burdas, bradales, volantes y estáys. Qué clase de aparejo usaban en cada palo y cómo estaba guarnido.

Nada hay que haga cambiar tan presto nuestras ideas más arraigadas y nuestros juicios más firmes como la voz de la mujer querida. Ricardo era un creyente tibio, como la generalidad de los hombres en nuestra época, que odiaba las exageraciones y miraba con cierta repugnancia las prácticas religiosas.

Cuando la mayoría de la prensa censuraba y achacaba á móviles mezquinos la llevada con tan feliz éxito y positivos resultados por el general Weyler, yo, que era entonces periodista a fortiori y aun director in partibus infidelium de un periódico militar, extremé la defensa de aquellas operaciones, porque estaban ya arraigadas en las convicciones que hoy sustento.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando