United States or Sierra Leone ? Vote for the TOP Country of the Week !


Unos tres meses habían transcurrido desde la época de su primer encuentro y el maestro estaba entregado una noche a sus copias morales y sentenciosas, cuando se oyó llamar a la puerta y otra vez se vio a Melisa delante de . Vestida con cierta extraña pulcritud, tenía la cara limpia, y tal vez nada, excepto el largo cabello negro y los brillantes ojos, podía recordarle la anterior aparición.

Desde que fueron dichas por el sabio Miquis estas sentenciosas frases y otras que omitimos, Isidora estuvo muchos días sin presentarse en la casa de Emilia. Don José también se había eclipsado, por lo que estaban los de Castaño disgustadísimos y llenos de temor. Un día, por fin, entró Relimpio en casa de Miquis, y entre lloroso y turbado, le dijo: «Venga usted, venga usted, Sr.

El principal motivo de la censura contra los bufos procede de una curiosa manía que, desde hace pocos años, se ha apoderado de las inteligencias más sentenciosas.

El divino Miguel Sánchez, ¿Quién no sabe lo que inventa, Las coplas tan milagrosas, Sentenciosas y discretas Que compone de contino, La propiedad grande de ellas, Y el decir bien de ellas todos, Que aquesta es mayor grandeza? El jurado de Toledo, Digno de memoria eterna, Con callar está alabado, Porque yo no aunque quiera.

De noche escribía las sentenciosas obras. Empezó publicando nueva edición corregida y aumentada de las Relaciones, con dedicatoria al Rey Enrique IV, fechada en París á 24 de septiembre de 1598, y á poco aparecieron separadamente los Aphorismos de las Relaciones de Antonio Pérez, Monstruum Fortunæ. Retrato al vivo del natural de la Fortuna

Lo que hay, en nuestra opinión, es un admirable conjunto de enrevesados conceptos y de sentenciosas agudezas, donde son de admirar la riqueza y primor de nuestro idioma, y la maestría y el talento del escritor que de él se vale, pero donde no acertamos a ver sino apotegmas de moral práctica, casi siempre tomados de antiguos escritores, y alguna vez de la observación perspicaz del mismo Gracián, que era, por cierto, un verdadero hombre de mundo.