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Era aquello como una herida abierta en el tejido orgánico y vista con microscopio. El arroyo de aguas saturadas de óxido de hierro que corría por el centro, parecía un chorro de sangre. ¿En dónde está nuestro asiento? preguntó el señorito de Penáguilas . Vamos a él. Allí no nos molestará el aire.

Y estas últimas palabras temblaron en el silencio del salón saturadas de tristeza. Anhelaba Rita consolarle.... ¡Le tenía tan en el alma! Cariciosa, le dijo: La niña le quiere...; hablóme de usted, poco hace, con mucha ley...; pero para quererle como cortejo tendrá algún reparo.... ¡Como se ha dicho que si usted y ella eran hijos del señor!...

Las palabras salieron de sus labios saturadas de amargura; pero al mismo tiempo, sin que pudiera evitarlo, brilló en sus ojos tal llamarada de pasión, que aquella mezcla de negativa y de amor fue lo sumo de la coquetería. Don Juan no sabía a qué santo encomendarse. La boca de Cristeta decía: «Nunca»; los ojos gritaban: «Llévame

Sin embargo, cuando pasé el umbral de aquel gran salón herméticamente cerrado, en el que ardían los cirios hacía dos días, y respiré el olor frío de las altas vigas saturadas de vejez, sentí un malestar de tristeza y como repugnancia por una vida que conduce a la infalible muerte. Empezaron a llegar amigos y parientes que yo no conocía y a quienes expliqué la ausencia de Lacante.

Si de la humildad de plantas y bestias pasamos a lo más excelso que cabe en el pensamiento, vemos que las religiones que amamantaron a la humanidad en el culto de lo divino, están saturadas de amor. Los dioses amaban como hombres; por eso inspiraron fe; las diosas se dejaban abrazar como mujeres; por eso fueron tan amables y dignas de adoración.

Todo el pasado les está hablando constantemente y les pesa sobre sus pobres huesos desvencijados y sobre sus almas saturadas de las antiguas coqueterías, de sus eternas frivolidades de mujer. Suelen tener un amor furioso y extravagante hacia los perros y los gatos. Una desviación caricaturesca de sus maternos instintos estériles o frustrados.