Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


Ella había oído decir y hasta había leído en obras recientes que tratan de Teosofía, que hayen la India ciertos sabios llamados mahatmas, que a fuerza de introinspección y de asiduo examen en las honduras del propio ser, adquieren poder estupendo y descubren raros secretos de la naturaleza, por cuya virtud realizan acciones que tienen apariencia de milagrosas, aunque no lo sean. ¿No sería quizás el autor de las tres poesías alguno de esos hábiles mahatmas que había adivinado a Poldy, que la había entrevisto mentalmente, que se había prendado de ella y •que para comunicarle sus impresiones y enviarle sus versos sin infundirle mucho asombro, se había valido del medio naturalísimo del pájaro zancudo, cuya condición propia le lleva, sin nada de brujerías ni de otras malas artes, a pasar el verano en Austria y el invierno en la India?

Era aquel país el de los llamados mahatmas, rodeado de montañas tan intransitables, que los profanos no podían llegar a él. Era como unas Batuecas, no groseras y rústicas, sino cultas, elegantes y felices.

Encomendó a todos los diablos a Sankarachária, a los demás mahatmas y al Cenobio de la jubilación varonil, y no bien despuntó la próxima aurora se escapó de allí con Tiburcio y los demás de su hueste.

No hay progreso, sino perversión, desde el himno compuesto hace más de tres mil años, que venían cantando los mahatmas, cuando los vi volver al Cenobio, hasta las doctrinas que me expuso luego Sankarachária y que implican la negación de Dios, el concepto de que el mundo casi es ilusión y fantasmagoría, y la mal velada afirmación de que la conciencia nace de lo que no tiene conciencia, la voluntad del ciego prurito de los átomos, y de sus desordenadas evoluciones el entendimiento y las leyes a que el entendimiento sujeta así lo exterior y visible como lo más hondo e íntimo del alma.

Entretanto, ni Morsamor, ni Tiburcio, ninguno de la pequeña hueste, podía ir a la ciudad de los mahatmas jóvenes o no jubilados, ni mucho menos ver a las mujeres. Sin duda era ley inquebrantable aquel retraimiento, mil veces más severo que el que hubo más tarde en el Paraguay, para evitar que las ciudadanas y los ciudadanos fuesen perturbados y contaminados por extrañas visitas.

Y si no es más laudable, es mil veces más asombroso el mágico saber de los mahatmas, que no puedo negar, porque de él he sido testigo. ¿Pero en lo fundamental, hay progreso acaso o hay mejora en Europa, en la India o en la China? Yo sospecho lo contrario.

Los diversos apuntes manuscritos de los que hemos ido extractando y compaginando esta historia hasta ahora clarísima, presentan aquí contradicciones que conviene resolver y obscuridades que conviene disipar por medio de hipótesis. ¿Cómo pudo Morsamor salir del misterioso y fantástico país de los mahatmas y hallarse de nuevo en terreno de ser y realidad más reconocidos?

El aviso además, que al Secretario de Estado dio Sankarachária por los medios mágicos de que disponía, y que dicho Secretario trasmitió a varios adeptos de los muchos que entonces tenían los mahatmas en el Tibet y en China, facilitó el largo y peligroso tránsito de Morsamor por todos aquellos países, inexplorados hasta entonces por los europeos.

Sólo una escasa minoría de la raza blanca se conservó pura y sin mezcla y subió como la espuma en virtud y en saber. Para ello, en el momento de la expulsión ordenada por Iao, tuvo la cautela de escabullirse en aquel valle recóndito, circundado de altísimos montes y de casi impenetrables desfiladeros. Tal fue el origen de la República de los mahatmas, según ellos mismos lo entendían y declaraban.

Y Tiburcio no pasaba nunca más adelante, ni aclaraba mejor su pensamiento. Por sus reticencias, con todo, presumía Morsamor que Tiburcio atribula las artes y las ciencias de los mahatmas a la intervención del diablo. ¿Crees le decía Morsamor que el diablo interviene en esto? Tiburcio no contestaba , ni no. Se reía y se callaba.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando