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Actualizado: 20 de julio de 2025
¿Y aunque así fuese, amiga? ¿Que si sé distinguir a primera vista un caballero? ¡Que si acierto a saber que entre un millar de entes tradicionales, cortados por un mismo patrón, incorrectas ediciones de sus abuelos como Enrique Robinson, por ejemplo, no encontrarías un solo caballero original, independiente, individualizado como tu Príncipe!... ¡Acuérdate, amiga, y ruega al cielo que realmente sea de veras tu Príncipe!
Muchas Biblias fueron quemadas junto con sus dueños. Pero cuando el diablo supo que no podía parar subsiguientes ediciones de la Biblia en español, se vió obligado a cambiar de táctica.
Merece, pues, una mención aquí el encargado de los trabajos tipográficos de la edición, D. Guillermo Cano, por cuyas manos han pasado todas mis obras desde La Fontana de Oro hasta la última que he compuesto, y todas las ediciones, grandes y chicas, buenas y malas que de ellas se han hecho.
De ninguna de estas ediciones puede afirmarse que esté hecha con el esmero y el lujo que el texto original merece y pide. Tal vez influyó en la menor estimación que se dio a La Celestina, desde mediados del siglo XVII y singularmente en el XVIII, el estigma que puso en ella la Inquisición no con gran severidad por cierto.
En las dos ediciones de la Propaladia se encuentran sólo seis: las otras dos se añadieron después. «Comedia no es otra cosa sino un artificio ingenioso de notables y finalmente alegres acontecimientos, por personas disputado.
Muchas, pues, de las obras dramáticas que llevan su nombre, no son auténticas , y de aquí nace la mayor dificultad que se encuentra para calificar bien á este poeta . Hasta en las comedias escritas por él, sin duda alguna, é incluídas en las ediciones, hechas también por él, se observan asimismo notables diferencias.
Llevome en seguida a una librería, después de haberme confesado que había publicado un folleto, llevado del mal ejemplo. Preguntó cuántos ejemplares se habían vendido de su peregrino folleto, y el librero respondió: Ni uno. ¿Lo ve usted, Fígaro? me dijo: ¿lo ve usted? En este país no se puede escribir. En España no se puede escribir. En París hubiera vendido diez ediciones.
Palabra del Dia
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