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Actualizado: 27 de julio de 2025
Era aquella «señorona» la que de acuerdo con Manos Duras había organizado una venganza terrible; una venganza semejante á otras que ellos habían oído contar á los lectores de novelas ó visto por sus ojos en las historias cinematográficas. La gringa rubia quería matar á la pobre niña de la estancia, hija del país, tal vez por envidia, tal vez por otro motivo.
Jóvenes cuya distinción entusiasmaba á doña Elena prorrumpían en apóstrofes contra las corrupciones de París, corrupciones que habían estudiado á fondo velando hasta la salida del sol en las virtuosas escuelas de Montmartre. Todos adoraban á Alemania, donde no habían estado nunca ó que conocían como una sucesión de imágenes cinematográficas. Aplicaban á los sucesos un criterio de plaza de Toros.
El casamiento había sido en Londres, uno de esos matrimonios rápidos como se ven en las cintas cinematográficas, y para el cual sólo son necesarios un sacerdote que lea el libro santo, dos testigos y algunos papeles examinados á la ligera. Acabó el español por arrepentirse de tantas dudas.
«¡Oh, París!...» Esta exclamación mental del oficinista resucitó en su imaginación todos los episodios de la vida alegre que llevan los extranjeros en la gran ciudad, según él había leído en las novelas. Vió un elegante restorán nocturno, como se imaginaba que eran los restoranes de Montmartre y como los había admirado directamente muchas veces en las historias cinematográficas.
Yo creo próximo el nacimiento de muchas novelas cinematográficas que serán al mismo tiempo grandes obras literarias. Pero estas novelas resultan de más difícil producción que una novela en forma de libro, ya que en ellas no es posible lo que en la jerigonza literaria llamamos el «relleno».
Pero á continuación pensó en todas las protagonistas calumniadas y perseguidas que había encontrado igualmente en los libros y las aventuras cinematográficas, siendo tan enormes sus tormentos, que él, á pesar de su fortaleza viril, sentía humedecerse sus ojos. En el mundo abundaban tal vez las víctimas de dicha especie.
Palabra del Dia
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