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Poco a poco se fué operando, sin embargo, en aquella asamblea el fenómeno químico de la afinidad electiva. El duque se vió rodeado, en una berlina o mirador que había en la trasera del coche, de varios personajes de la banca y la política.

Guillermina vivía, como antes se ha dicho, en la calle de Pontejos, pared por medio con los de Santa Cruz. Era aquella la antigua casa de los Morenos; allí estuvo la banca de este nombre desde tiempos remotos, y allí está todavía con la razón social de Ruiz Ochoa y Compañía. El edificio, por lo angosto y alto, parecía una torre.

El día en que se le encontrara un flaco a la ruleta, la banca se arruinaría, y la ruleta dejaría de existir. Mientras exista la ruleta es que no se le ha descubierto la menor imperfección. Y ¿usted ha visto qué equidad la de la ruleta? Si con un duro quiere usted ganar otro duro, tiene usted un 50 por 100 de probabilidades en contra, y si quiere usted ganar dos duros, tiene usted un 75.

Les interesaba este juego extraordinario, como si fuese un deporte original; querían luchar contra la buena suerte de la banca, con una tenacidad británica, únicamente por el gusto de vencerla.

Presentóse como víctima de una persecución tenaz, insidiosa, de mil intrigas urdidas para desacreditarle y en las que intervenían una porción de personajes de la banca y la política. Los circunstantes, cada vez más cansados y aburridos, se decían ya en voz baja: ¡Esto es ridículo! ¡Este hombre está loco! A medida que leía se iba enardeciendo.

¿Cómo explicaré preguntó D. Luis , que juego en un golpe cuanto hay en la banca contra otro tanto? Eso se explica respondió Currito , diciendo: ¡copo! Pues, copo dijo D. Luis dirigiéndose al conde ; va el copo y la red en este rey de espadas, cuyo compañero hará de seguro su epifanía antes que su enemigo el tres.

Pasaba el tiempo, y de un momento á otro iban á adjudicar la banca. Creyó de nuevo en su buena estrella al ver á un joven deslizándose tímido entre los grupos. ¡Spadoni!... ¡Spadoni!