Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de julio de 2025
Los trescientos de las Termópilas estarían olvidados o pasarían por locos de atar, si después de su sacrificio no hubieran brotado los inmarcesibles laureles de Maratón, Platea y Salamina. Cierto es también que los actos heroicos valen siempre mucho, aunque sólo sea para limpiar la derrota de toda vergonzosa mancha.
Nadie sabe que he venido. Peor sería ir al teatro no habiendo aquí nadie de tu familia. Ni siquiera el bobalicón de tu tío. ¡Pobrecillo! Bueno le dejé... El teatro le ha vuelto el juicio, o, mejor dicho, aquella corista... Mariquilla. Está loco. Pero el loco de atar eres tú. ¿Cómo te las has compuesto para que te den ese cuarto? El cómo, no lo sé; el para qué, figúratelo.
Para ella era como la sensación de un lujo enorme extravagante la pereza que sentía de echar cuentas y atar corto a Nepomuceno: comprendía que él hacía su Agosto con el caudal de su sobrina, que iba pasando a poder del administrador gran parte del capital administrado, pues bien claro estaba que todos los días D. Juan hablaba de sus propias rentas, que por milagros de la suerte o por bondad de la Providencia, prosperaban, y todos los días también hablaba de desventuras sin cuento que caían sobre los predios de la Valcárcel y la parte de su capital colocada en manos industriosas de España y del extranjero.
Y comienza a atar y a desatar entre sus dedos nudosos el hilo de un saco de harina; después, cuando está bien convencido de que no lo necesitan, vuelve a hundirse en su rincón obscuro. El rostro de Martín está radiante. Tiene un gran corazón. ¡Veintiocho años a nuestro servicio, y siempre laborioso, siempre fiel a sus deberes! ¿Qué hace ahora? Martín no sabe qué contestar.
Palabra del Dia
Otros Mirando