Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de mayo de 2025


De este gracioso estilo del renacimiento hay otros muchos ejemplares en ajimeces esquinados, en galerías, ventanas, aldabones y otros resíduos de construcciones palacianas , que vió erigir Córdoba en aquellos dias, para ella mas afortunados, en que los nobles de su tierra no se desdeñaban de habitar una ciudad de provincia despues de haber adquirido fama, riquezas y nuevos blasones en sangrientas campañas de mar y tierra lejos de su patria.

Al través de sus ajimeces se descubren por un lado jardines solitarios, por otro las caladas agujas y la torre de una catedral sombría: nada, absolutamente nada hay en él que pueda distraer la imaginacion del fantasma que ya al entrar se ha concebido.

Pocas lunas mas, y los muros interiores, las soberbias columnatas de gallarda é inusitada forma , las elegantes hileras de dobles arcos sostenidos en corintios capiteles, los anchurosos pórticos, la hermosa fachada de once atrevidas puertas, las riquísimas portadas laterales flanqueadas de recamados ajimeces, la incomparable techumbre, en fin, de madera incorruptible labrada y pintada, quedarán terminados; pocas lunas mas, y la hotba por la salud de Abde-r-rahman leida al pueblo desde el mas lujoso mimbar del Occidente, se repetirá por mas de doce mil creyentes á una voz, ahogando con las vibrantes oleadas de la inmensa y atronadora deprecacion los vergonzantes himnos de los vencidos Nazarenos.

Las puertas de las salas, las de las ventanas ó de los ajimeces eran de taracea, de talla moriscas ó pintadas: ejemplos de las primeras en las casas de Pilato en la de Alba y en el Alcázar y de las segundas en la sala de «Profundis» del Convento de Sta. Inés, de que más adelante hablamos.

Pero era en vano; la soledad era mi única compañía; no te ocultaré, que en alas de mis pensamientos venía, cual iris consolador, la esperanza más lisonjera a disipar aquellos enojos. No podía dar a mero acaso el incierto abrir de los ajimeces, el divagar de las palomas y el rondar en torno de aquella del listón y de la carta.

Ofrecia ya en el esterior el aspecto de una fortaleza: estaba circuido de muros y torreones almenados, tenia entre cubo y cubo puertas que abrian paso hácia otras tantas naves; mas no habia ocultado aun el adusto semblante de sus paredes bajo esa caprichosa decoracion que corre hoy en torno de sus ajimeces, y se estiende como una red sobre el area de sus arcos ultrasemicirculares, sobre los dinteles de sus puertas, sobre los suntuosos recuadros en que se desarrollan todas sus hermosas y elegantes curvas.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando