Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de julio de 2025


Esta misma tarde despachó el Comandante dos partidas de indios, incluyendo en cada una tres hombres de los nuestros, la primera que diese vuelta á las Sierras del Tandil y Volcan, y la otra al S. Caminamos este dia 14 leguas, poco mas ó menos, y aunque este campo abunda de mucha bosta para hacer fuego por haber mucha yeguada, pero se encontraba muy poco que guisar en él. Dia 12.

93 ¡Qué vocerío! ¡qué barullo! ¡qué apurar esa carrera! la indiada todita entera dando alaridos cargó, ¡jue pucha!... Y ya nos sacó como yeguada matrera. 94 ¡Qué fletes traiban los bárbaros! ¡como una luz de ligeros! hicieron el entrevero y en aquella mezcolanza, este quiero, éste no quiero, nos escogían con la lanza.

520 Hacen un cerco de lanzas, los indios quedan ajuera; dentra la china ligera como yeguada en la trilla, y empieza allí la cuadrilla a dar güeltas en la era. 521 A un lao están los caciques, capitanejos y el trompa tocando con toda pompa como un toque de fajina; adentro muere la china, sin que aquel circulo rompa.

Divisamos el Cerro de la Tinta al N, con las demas sierras, y reconocimos estar muy internados al S de ellas, y llegando á un arroyo á las cinco ó seis de la tarde paramos en él, divisándose á un mismo tiempo gran porcion de yeguada, y saliendo los indios á correrla, se proveyeron de carne para mucho tiempo.

Concluida esta diligencia se marchó con grande órden y silencio, hasta que llegamos á donde estaba el resto de la partida que dió el aviso, y un indio de los del cacique Lincon avisó al Comandante haberlos bombeado, y á un mismo tiempo le avisaron del potrero en donde tenian dichos enemigos la yeguada: con cuya noticia dió órden de dejar las caballadas en una quebrada que hacia dos sierras, y al cuidado de ella 16 hombres, mandando á aquellas mismas horas una partida de 40 indios con 10 soldados de armas de fuego, con la órden que esperasen el dia en el parage que les pareciese mas oculto é inmediato á la puerta de dicho potrero, para que luego que amaneciese sorprendiesen á aquellos indios que se consideraban estar en la puerta de dicho potrero, como custodia, para que no saliesen de él dichas yeguas.

El aperador calculaba los viajes que había de hacer a una dehesa propiedad de don Luis, donde invernaban la torada y la yeguada del cortijo. La responsabilidad era del yegüero; pero don Luis, a quien interesaba más su ganadería que todas las cosechas, quería estar al corriente del estado de sus yeguas, y era por su salud por lo primero que preguntaba a Rafael siempre que le veía.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando