United States or Canada ? Vote for the TOP Country of the Week !


Después de mirarlas como si nunca en su vida hubiera visto luces, salió de la Terrible y subió hacia la Trascava. Antes de llegar a ella sintió pasos, detúvose, y al poco rato vio que por el sendero adelante venía con resuelto andar el señor de Celipín.

Ayer precisamente añadió Carlos pasaba yo por la Trascava y la vi en el mismo sitio donde la hemos hallado hoy. La llamé, hícela salir, le pregunté qué hacía en aquel sitio, y con la mayor sencillez del mundo me contestó que estaba hablando con su madre.... no sabes que la madre de la Nela se arrojó por esa sima.

¿No oyes? dijo la Nela de improviso, demostrando interés por cosa muy distinta de lo que su amigo decía. ¿Qué? Aquí dentro.... ¡La Trascava!... está hablando. ¡Supersticiosa! El agua no habla, querida Nela. ¿Qué lenguaje ha de saber un chorro de agua? Sólo hay dos cosas que hablan, chiquilla mía; esas dos cosas son la lengua y la conciencia.

Y la Trascava observó la Nela, palideciendo es un murmullo, un , , ... A ratos oigo la voz de mi madre, que dice clarito: «Hija mía, ¡qué bien se está aquíEs tu imaginación. También la imaginación habla; me olvidé de decirlo. La mía a veces se pone tan parlanchina, que tengo que mandarla callar.

Conociola perfectamente cuando entró en terreno claro, donde no oscurecían el suelo árboles ni zarzas. La Nela avanzó después más rápidamente. Al fin corría. Golfín corrió también. Después de un rato de esta desigual marcha, la Nela se sentó en una piedra. A sus pies se abría el cóncavo hueco de la Trascava, sombrío y espantoso en la oscuridad de la noche.