United States or French Polynesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Esta es la fecha señalada por Vera Tassis; Dieze, y los escritores posteriores, hacen vivir á Calderón siete años más. A. G. Schlegel.

Proponíase Vera Tassis añadir á los nueve tomos de su edición otro más, el X, que debía contener La Virgen de los Remedios. San Francisco de Borja. Don Quijote de la Mancha. La Celestina. El acaso y el amor. El carro del cielo. Certamen de amor y celos. La Virgen de Madrid. El condenado de amor. El sacrificio de Efigenia, y Desagravios de María.

Vera Tassis afirma que Calderón compuso más de cien autos.

Debemos hablar también ahora de El conde Lucanor, porque esta comedia, en la forma en que se encuentra en la compilación de Vera Tassis, es el último arreglo de la del mismo título de 1661. Hado y divisa de Leónido y Marfisa, última comedia de Calderón, según el mismo Vera Tassis, y escrita á los ochenta y un años de su edad.

CALDERÓN. Carácter general de sus obras dramáticas La ampulosa apología de Calderón , escrita por Vera Tassis, es casi la única fuente para conocer la biografía de este hombre extraordinario.

Las fiestas del Corpus, desde la mitad del siglo XVII, no son tan frecuentes como antes, puesto que Vera Tassis dice, en la biografía de Calderón, que ya en los últimos años de este poeta insigne no se representaban autos sacramentales en Sevilla, en Granada ni en Toledo. En Madrid, sin embargo, se celebró siempre la fiesta del Corpus con toda la pompa á la antigua usanza.

El carro del cielo. Este drama es sin duda el más antiguo de Calderón, probablemente perdido para siempre, y escrito, según el testimonio de Vera Tassis, hacia el año de 1613.

Hay sin duda otras muchas impresas, no siendo tampoco imposible, puesto que ya indicamos que no merecen completa confianza los datos del autor, que se encuentre alguna otra escrita por él; pero en lo general es verosímil que no sean auténticas las rechazadas también por Vera Tassis.

Murió el 25 de mayo de 1681 . Sus restos mortales fueron sepultados en la capilla de San Salvador. La extrema admiración, que excitó en sus coetáneos, le acompañó hasta su muerte, y así aparece de las palabras, que copiamos á continuación, con que Vera Tassis termina el elogio de su amigo, y que, á pesar de su hojarasca, revelan un sentimiento profundo.