Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de junio de 2025
El capitán estaba allí, en aquellos renglones, con su ruda y desbordante personalidad, escandaloso, simpático y agresivo. Febrer creyó contemplar sobre el papel su nariz enorme y pesada, sus patillas canosas, sus ojos de color de aceite con pintas de tabaco, su chambergo abollado puesto de través.
Razón tienes; tú no eras entonces tú. Trato de figurarme cómo eras y no lo puedo conseguir. Quererte yo y ser tú como a ti mismo te pintas son dos cosas que no puedo juntar. Dices bien, quiéreme mucho, y lo pasado pasado. Pero aguárdate un poco: para dejar redondo el cuento, necesito añadir una cosa que te sorprenderá.
Tú, metal terrible, compras la sublime Concepcion de Murillo, pero no la pintas; compras el Quijote, pero no lo escribes; compras el pensamiento de Santa Teresa, pero no lo creas, ni lo juzgas. Compras la chispa eléctrica, pero no sientes su calor divino; compras la flor sencilla y perfumada; pero no sientes su divino aroma. ¡Gime, tirano de mi siglo, gime!
No digas esas cosas, Rorró, solía decirme, porque no las creo. ¡Si me pintas hermosa y gallarda como una virgen de Murillo! Dime en prosa, aquí, hablándome, que me amas mucho, mucho, y me tendrás contenta, satisfecha y feliz. Angelina no era hermosa como una virgen de Murillo, pero sí lo era como alguna de Rafael, como la Madona de la silla.
Palabra del Dia
Otros Mirando