United States or Saint Martin ? Vote for the TOP Country of the Week !


Antoñuelo era un mocetón gentil y robusto, muy simpático, aunque de cortos alcances, y decidido para todo, y singularmente para admirar a Juanita, a quien consideraba y respetaba, sometiendo a ella toda su voluntad como por virtud de fascinación o de hechizos.

Aquí, abuelita, aquí respondió la niña saliendo de la estancia de su madre. Era una criatura que aun no había cumplido los tres años, rubia como el oro, tan habladora y espontánea, que ejercía sobre la abuela verdadera fascinación.

Entro en su casa, a pesar mío, como evocado por un conjuro; y, no bien entro en su casa, caigo bajo el poder de su encanto; veo claramente que estoy dominado por una maga, cuya fascinación es ineluctable.

Era Cristeta; pero una Cristeta nueva, renovada, hacia la cual se sentía impulsado, no sólo por inclinación amatoria, sino también por algo misterioso, privativo del espíritu y puramente anímico, en que no entraba para nada la fascinación de la hermosura.

No intentaré, ni es mi propósito, rehacerla; cuento mi impresión y basta. Si en el Tequendama he sido más prolijo, es porque el gran salto, perdido en las entrañas de la América, es casi desconocido por las dificultades que hay para llegar hasta él. Cada segundo, cada momento de contemplación aumenta en el asombro, la fascinación irresistible. Como grandeza, no hay nada igual.

Y esta mujer, amigo, le penetraba a uno... amigo, le enloquecía... verdaderamente le condenaba el alma con su maldita fascinación. Un día le dije: Celeste, ¿cómo demonio se te hizo esa maldita cicatriz? A lo que me contestó: Roberto, a ningún blanco más que a usted lo contaría; esta cicatriz me la hice yo con toda intención, me la hice yo misma, a fe.

Y la fascinación que le había llevado hasta allí, poderosa, terrible, le arrastró todavía. Se despidió de Casilda, y se entró en la sala. Los balcones estaban completamente cerrados; las paredes y el techo cubiertos con paños de terciopelo negro franjeados de oro, el suelo cubierto con un paño negro.

Tal vez á causa de esta extraña fascinación que ejercen sobre el pescador las aguas libres del arroyo, haya hecho tan pocos progresos el arte de la piscicultura desde los tiempos más remotos.

Instantes hubo en que meditó el modo mejor de suprimir para siempre a aquella hembra demasiado hermosa, cuya fascinación podía resurgir más adelante en su camino.

El pobre chico tenía que disimular, porque si bien su entendimiento se amoldaba a las ideas de su padre, era niño y no podía sustraerse a la fascinación que la libertad ejerce sobre todo espíritu despierto que empieza a enredar con los juguetes del saber histórico y social. Contando aquellas cosas en tono de duelo y consternación, un gozo extraño, incomprensible, le retozaba por todo el cuerpo.