United States or Vanuatu ? Vote for the TOP Country of the Week !


En casa de los Hijos de Rotondo me han dado unas veinticinco varas de Bareges, muy arregladito... Me ha dicho la de San Salomó que el Bareges se llevará mucho este verano. Francamente, los Mozambiques me apestan ya... Pues ... arreglaré ese vestido con una sencillez verdaderamente pastoril. Verá usted... tres volantes y adorno de sedas delgadas.

Recibió luego la señora muchas visitas, comió con el señor cacoquimio, el muchacho pianista, la marquesa de San Salomó, el apoderado de la casa y dos personas más, y retirose a su alcoba después de rezar mucho. Empleó casi todo el día siguiente en devolver visitas y se encerró a las cuatro. No quería recibir a nadie. Deseaba estar sola.

Como quien dice un secreto de importancia, declaró a su amiga que se pondría aquella noche el vestido de muselina blanca con viso de foulard, color lila, al cual había hecho poner un entredós y casaca Watteau... A última hora se había podido arreglar una camiseta como la que le mandaron de París a la de San Salomó... Pensaba peinarse con el cabello levantado, ondulado, gran trenza alrededor de la cabeza y largos bucles por detrás... «En fin, no está usted de humor para oír tanta tontería... Adiós, adiós... Mañana vendré a saber como sigue nuestro D. Francisco y a contar, a contar...».

La función bonitísima; pero ¿no vio usted cuánto mamarracho? La de Cucúrbitas se fue a la iglesia con aquel estrepitoso vestido color de tabaco que parece un hábito de la orden de Estancadas. El uniforme de la casa. La de San Salomó estaba también muy estrepitosa.

Es el retrato de sor Teodora de Aransis indicó Alonso con respeto , superiora del convento de San Salomó, donde murió ya muy anciana y en olor de santidad hace diez años. ¡Guapa monja! ¿Qué tal, D. José?». Don José dijo al oído de Miquis: «¡Si pestañeara!...».