United States or Ireland ? Vote for the TOP Country of the Week !


En uno de ellos lucía una preciosa esmeralda, y examinándola la señora, exclamó: «¡Qué rareza! Esta piedra es idéntica a la que obsequié para la Custodia de San Agustín». Turbóse el platero, y no tardó en despedirse. Pocos minutos después entraba el intendente en la estancia de su esposa, y la participó que acababa de llegar un expreso de Lima con la noticia del sacrílego robo.

Ella se esforzaba, sobre todo, en esfumar los ensueños de grandeza de su marido, y en procurar que éste no viniese a ser un Faetonte del chic, y acabase por caer despeñado. En el invierno que siguió al verano y al otoño en que los conocí, vinieron a París ambos esposos a pasar una corta temporada. A ellos y a su niña los obsequié cuanto pude.

A las cuatro de la tarde llegaron 3 indios y 2 chinas, los que no se pudieron entender por no haber traido lenguar z: los obsequiè como siempre.

Lo mismo sucede en las discusiones de mujeres; hasta entonces nos habíamos esforzado por calmar a las señoras, pero esto no servía sino para enfurecerlas más; nos vimos arrastrados en la cuestión; el caballero de al lado me trató de idiota, y yo le califiqué de «rastacuero»; revolotearon los epítetos; con ademán simultáneo nos tiramos los platos a la cabeza; yo le obsequié con un cangrejo a la americana; él me envió mollejas de ternera; nos separaron; cambiamos las tarjetas, y luego nos plantaron a los cinco en la calle.

Fué la primera hará cosa de tres ó cuatro años cuando, sin motivo justo que lo excusara, ni razón de ninguna especie que pudieran imaginar el benévolo lector ó el autor intruso, obsequié á aquel con una descripción de mi género de vida en la profunda quietud de la "Antigua Mansión."