Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 27 de junio de 2025


¡A la cárcel,...ajo, a la cárcel! rugió don Roque. Y vosotras lo mismo. Todo el mundo abajo. ¿Dónde está ese maricón de Patina? ¡Santo cielo, qué alboroto se armó allí en un momento! Las niñas de la ventana no tuvieron más remedio que bajar, y Patina lo mismo, todos en camisa, porque don Roque no admitió término dilatorio.

; ¿a quién tengo que anunciar? A Hanckel, al barón Hanckel de Ilgenstein. Tómese la molestia de entrar. Entré, pues... Todo viejo, en todas partes; viejos muebles, viejos cuadros... el conjunto un poco apolillado, pero cómodo. Oigo que echan votos detrás de la puerta: ¿Ese maricón? ¡Pues es descaro!... ¡Era el alma maldita de Pütz, el muy canalla! «Lindo recibimiento», pensé.

¿Qué ha oído, querido amigo? ¿qué es eso? Los títulos que me ha acordado usted: maricón, y Dios sabe qué más. Y él, sin alterarse en lo más mínimo: Siempre lo he dicho, todos los días se lo estoy diciendo a mi mujer: las puertas no sirven para nada. Pero no hay que tomarlo a mal, mi viejo amigo. ¿Comprende?... siempre me ha fastidiado que usted se hubiera puesto de parte de Pütz.

Fui; llegamos a su posada, y dijo: «Ea, quite la capa vuacé, y parezca hombre, que verá esta noche todos los buenos hijos de Jevilla. Y porque no lo tengan por maricón, ahaje ese cuello y agobie de espaldas; la capa caída, que siempre nosotros andamos de capa caída; ese hocico, de tornillo, gestos a un lado y a otro; y haga vucé de las j, h, y de las h, j.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando