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Actualizado: 9 de junio de 2025


Ana veía a Edelmira y a Obdulia, que se había declarado maestra de la niña colorada y fuerte, correr como locas por el bosque de robles seculares perseguidas por Paco Vegallana, Joaquín Orgaz y otros íntimos; veíalas arrojarse intrépidas al pozo que estaba cegado y embutido con hierba seca, y en estas y otras escenas de bucólica picante llenas de alegría, misteriosos gritos, sorpresas, sustos, saltos, roces y contactos, no había encontrado más que una tentación grosera, fuerte al acercarse a ella, al tocarla, pero repugnante de lejos, vista a sangre fría.

Cayó la granizada sobre los protestantes cuando menos se percataban de ello; un queso se aplanó sobre la faz del inglés, rompiéndole el monóculo; un gajo de cerezas despedido por el hermano de Guardiana se estrelló en la nuca del ministro, embadurnándosela lastimosamente. Al par que bombardeaban, denostaban las intrépidas muchachas al enemigo. Tomar, a ver si reventáis chillaba la Comadreja.

Entre los campos de trigo y los macizos de alcornoques, plateaba una corriente de agua fresca, que agradaba contemplar en esa asfixiante madrugada, y admirando a un tiempo el lujo y el orden de esas cosas, aquella hermosa quinta con sus arcos moriscos, sus terrazas completamente blancas, de flor de espino, las cuadras y los cobertizos agrupados en torno, recordaba yo que veinte años antes, cuando aquellas intrépidas gentes se habían instalado en ese valle del Sahel, no habían encontrado más que una mala casilla de peón caminero y un terreno inculto, erizado de palmeras enanas y lentiscos.

Y ahora para completar mi dicha, mi querida señorita, va usted á contarme algunas historias de los pasados tiempos, en que era usted una bella guerrera. La señorita de Porhoet sonriendo y encantada, no se hizo rogar para sacar de su memoria los episodios más notables de sus intrépidas cabalgatas en la comitiva de los Lescure, y de los Rochejacquelin.

Hágase lo que se quiera, siente uno hervir la sangre en sus venas. ¡Ah! ¡Motivo hay para ello! El infortunio en todas sus formas rebosa entre esas gentes intrépidas, inteligentes, honradas, que son sin ningún género de duda las mejores de nuestro suelo. He vivido largo tiempo en la costa: en ella son comunes las virtudes heroicas que en el interior se tienen por una rareza.

Palabra del Dia

irrascible

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