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Actualizado: 2 de junio de 2025
Esto: que los más grandes dolores morales, el más grande de todos: el de una madre que pierde a un hijo, es transitorio... es casi fugaz... y que cuando todo nos enseña que todo es transitorio y deleznable, la razón nos obliga a rechazar la perdurabilidad de un estado moral que nos daña... ¡y está en nosotros rechazarlo!... no sólo por nuestra salud, sino porque vivimos rodeados de otros seres a quienes no debemos acongojar constantemente con el lamento de nuestras penas; porque esto es perverso y es cobarde, y es indigno de hombres como nosotros, que hemos nacido y crecido recibiendo beneficios y cariños y energías, de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros amigos.
En un artículo «transitorio» se decía que «la Junta pedía y reclamaba de los villaverdinos que decorasen por el día e iluminasen por la noche el frente de las casas». Pero a pesar de los esfuerzos del H. Ayuntamiento y de la R. Junta Patriótica, presidida por el eterno don Basilio, nadie correspondió a tan cortés invitación.
Siendo esto así, ¿cómo ha de tener el hombre por bien verdadero á una cosa que las mas veces le causa daño? ¿Que en lugar de ocasionar el gusto, causa desabrimiento? ¿Que lejos de conservarle, muchas veces le destruye? ¿Que en lugar de producir un contento durable y sólido, solo ocasiona un gusto transitorio y aparente? ¿Que en vez de apartar los males que pueden hacerle infelíz, los atrae, los lleva, y casi siempre los acompaña?
A lo cual todavía puede añadirse que, formulada en esos términos la cuestión, envuelve una verdadera logomaquia, a lo menos para las gentes, todavía muy numerosas, que creemos en alguna metafísica, y afirmamos la existencia de algo superior a lo fenomenal, relativo y transitorio.
Todo eso es transitorio, y el nuevo lector habrá de considerarlo según las circunstancias en que el autor se hallaba en 1845, más las rectificaciones o palinodias que el autor proclamó generosamente después de 1880. Esto es como la «clave» del Facundo, desgraciadamente olvidada por sus lectores modernos, y que es menester ponerla aquí para la más completa interpretación de este libro.
Palabra del Dia
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