United States or Dominica ? Vote for the TOP Country of the Week !


Uno de los mancebos más elegantes, que se había preparado en Madrid para cinco carreras especiales consecutivamente, sostenía la primacía de los maestros alemanes, asegurando que no había óperas como Roberto, Hugonotes y Profeta, ni música sinfónica que pudiera competir con la de Beethoven y Mozart.

La Falcón acababa de caer desmayada, después de haber saltado Nourrit por la ventana; el cuarto acto de Los Hugonotes concluía en medio de ruidosos aplausos, y el notario prosiguió su relato en esta forma: Arturo permaneció seis meses en Burdeos haciendo pesquisas, preguntando a todo el mundo por la señora Bonnivet, de la que nadie supo darle noticia alguna.

Como las provincias limítrofes de Bearne y del Languedoc se consideraban como el asiento de las herejías de albigenses y hugonotes, y tuvieron fama aviesa, no es extraño que cuanto proviniera de ellas se mirase con malos ojos en la patria de la ortodoxia exclusiva.

Algunos meses después don Íñigo recibía una carta de su amigo Sancho Dávila haciéndole saber la manera admirable como su yerno había sacrificado la vida en un encuentro con los hugonotes de Francia.

Esta vez no se representaba Roberto, sino Los Hugonotes. Habían transcurrido cinco años. Llega usted muy tarde me dijo uno de mis amigos, un profesor de Derecho, abonado de la Opera, que se muestre tan alegre por la noche como erudito por la mañana. Y hace usted mal agregó, dándome un golpecito en la espalda, un hombrecillo vestido de negro, de voz acre y cabeza empolvada.