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Actualizado: 17 de julio de 2025
Hablábale siempre como cumple a un ex discípulo respecto de su maestro, y le reconocía el derecho de interrogarme acerca de mis tareas. Es cuestión de volver a empezar me contestó, sin asombrarse por lo que veía. ¡Sé lo que es eso!... Oliverio callaba.
Hablábale sin cesar de Cunegunda, y Candido le dixo que quando la viera en Venecia, le pediria perdon de la infidelidad que acababa de cometer. Cada dia estaba el abate mas cortés y mas atento, interesándole todo quanto decía Candido, todo quanto hacia, y quanto quería hacer. ¿Con que está vm. aplazado por la baronesita para Venecia? le dixo.
Y Aresti pensaba en la pobreza humana que resurge siempre ante las catástrofes ciegas de la naturaleza; en la fe que siente el hombre por lo maravilloso apenas ve en peligro su existencia. Goicochea había cesado de rezar y, acercándose al doctor, hablábale al oído con la satisfacción del que muestra las bellezas de su propia casa.
Su mujer no osaba llevarlo a casa de la señora, por miedo a que ésta se enterase de su situación irregular. Isidro ya no paseaba con los demás asilados; y cuando el albañil le encontraba casualmente, hablábale con respeto, como si presintiera en él a un futuro representante de aquella autoridad que le inspiraba religiosa admiración. Eso marcha, muchacho. Sigue zurrando a los libros.
Prodigábale Currita atenciones delicadísimas y hablábale a veces en voz baja, con muestras de íntima confianza: en una de estas, mostróle rápidamente con ademán misterioso un pequeño objeto que había sobre la mesa.
El grave marqués, que trataba siempre a las gentes con tono protector, parecía titubear en presencia de Maltrana. Hablábale con cierta distracción, como si su pensamiento estuviese lejos. Por fin, habló del motivo que le había hecho llamar a Isidro.
No la arredraban ciertos despegos, ciertas durezas inexplicables de Miranda; servíale piadosa y filialmente, hablábale con dulzura, hacíale ella misma los remedios y le vendaba el pie lastimado, con la devoción con que vestiría a una santa imagen. Era feliz y hasta se conmovía, cuando él hallaba bien colocado el apósito. Al fin Miranda pudo andar sin riesgo.
Palabra del Dia
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