Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
El Mosco se indignaba al pensar en su perro. ¡Y aún vivía el ladrón que le había dado el escopetazo de gracia!... ¡Y él, el Mosco, aún no lo había matado!... Maltrana, escuchando estas proezas de la vida bárbara, el hombre cazando a la bestia y siendo a su vez cazado por el hombre, pensaba con asombro en el origen del famoso dañador.
La Fortuna le había azotado largos años, para dárselo todo a un tiempo: dinero y amor. Desde que Feli hizo su confesión, él no podía dormir sin que se cortase su sueño con visiones, en las que aparecía la hija del Mosco acariciándolo con la sonrisa, tendiéndole los brazos.
Los animales sabían su obligación; se dejaban coger por el Mosco, y empujados por él, agarrábanse muro arriba, se mecían un momento sobre el borde, con el vientre aplastado, y dejábanse caer en la parte opuesta, sin otro choque que un ruido ligerísimo de hojas secas. Maltrana se sintió cogido por las piernas e izado, al mismo tiempo que el Chispas, inclinándose, le agarraba por los brazos.
El Mosco notaba el jadear de sus compañeros, la fatiga que sentían en las cuestas obscuras, cuyos pedruscos sueltos rodaban bajo sus pies. ¡Animo! les decía . Ya me lo esperaba yo: sois de ciudad y no estáis acostumbrados a andar. ¡Pero si esto es un paseo!... Atravesaron el arenoso lecho de dos torrentes secos.
Aún caminaron otra buena hora, pero fuera de sendero, por campos de tierra movediza con ocultos pedruscos, en los que tropezaban. Isidro, al atravesar una viña, chocó con un ceporro, hiriéndose una pierna. Pero ¿dónde estaban aquellos bosques de El Pardo, que parecían correr hundiéndose en la sombra?... ¡Animo! decía el Mosco en voz queda . Ya estamos cerca; ya veo las tapias.
Palabra del Dia
Otros Mirando