Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
El más lamentable era Paul Verlaine, vagabundeando por las zahurdas del París nocturno, borracho de ajenjo. El poeta de La cabeza de fauno se sentaba junto a un vaso del glauco veneno con una hoja de papel. A veces garrapateaba algunos versos, musitando palabras confusas, o bien arrojaba la pluma con rabia, se retorcía las manos o las agitaba en el aire, con estremecimientos de epilepsia.
El filósofo vaciaba la botella. Acércate, muchacho dijo con el último trago, y caliéntate un poco: tienes frío; estás temblando... mi salón no es muy abrigado, pero, ya ves que la salud no se afecta: ni un resfriado me viene, quizá por aquello de: mala hierba... Vivo tan a gusto aquí y soy tan feliz, que no te envidio tus lujos; si aquí me he criado, ¡ajo! a mí nadie me molesta y hago mi santa voluntad, vagabundeando como un rentista, y sin importárseme de que el oro baje o suba: para mí, siempre está a la par.
No sé si navegó un poco; pero si navegó, no le tomó gusto al oficio. Yo solía decir de él, cuando andaba vagabundeando por el pueblo, que era un lord Byron de taberna.
Palabra del Dia
Otros Mirando