tragos

Actualizado: 17 de junio de 2025

Estas exclamaciones le hicieron volver en sí. Se hizo dar agua, de la cual bebió ávidamente dos grandes tragos, se humedeció la frente y las sienes con el resto, e hizo señas a la ama de llaves para que se alejara. Y entonces, después de haber echado el cerrojo a la puerta, recogió la carta y se puso a leer con voz ahogada y temblorosa: *

Hermann Sudermann - El deseo

-Sancho respondió: -Yo, señor Sansón, no estoy ahora para ponerme en cuentas ni cuentos; que me ha tomado un desmayo de estómago, que si no le reparo con dos tragos de lo añejo, me pondrá en la espina de Santa Lucía.

Miguel de Cervantes Saavedra - Don Quijote