Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de mayo de 2025


Caminabamos escasos de comida, por habersenos mojado la pólvora, que la caza era nuestro alimento; y sin saber como, de lo alto de una barranca cayó, al pasar, al rio una cierva, y atracando la canoa, la tomamos viva, sin mas lesion que estar desquijarada, quizá de la caida. Acordéme con este prodigio, de la promesa de mi Seráfico Patriarca, y le rendí las gracias con el Te-Deum al Supremo Proveedor de todas las cosas. Paramos este dia

Pero, a cabo de dos días que caminábamos, al entrar de una posada, en un lugar una jornada de aquí, le vi a la puerta del mesón, puesto en hábito de mozo de mulas, tan al natural que si yo no le trujera tan retratado en mi alma fuera imposible conocelle.

Ni un instante me detuve a reflexionar sobre aquel plan que era detestable, malvado, odioso. La asediaba con mil capciosidades. Tratándose de personas que nos conocíamos muy a fondos nos bastaba para entendernos sólo media palabra; pero yo aun añadía una más precisa. Caminábamos sobre un terreno sembrado de artimañas y yo tendía una más a cada paso.

A las veces le respondía yo valientemente con una semimentira, que nunca alcanzaba a engañarla, pero que despertaba en su ánimo curiosidades e inquietudes de otro género. Se apoyaba en mi brazo y caminábamos bajo los árboles, callando a intervalos o hablando con la aparente calma de dos amigos que se han encontrado por casualidad.

Caminábamos con Blanca en dirección a los árboles: estaba pálida como de costumbre, vestida con un traje de pana color bronce, sumamente ceñido al cuerpo; su talle se dibujaba admirablemente. Guardábamos silencio y ni ella ni yo parecíamos resueltos a romperlo. De pronto se detuvo suspirando, y como saliendo de una profunda cavilación, exclamó abstraída: ¡Setenta millones!

Palabra del Dia

ancona

Otros Mirando