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Actualizado: 18 de mayo de 2025


En la de antimonio parece que solo se afecta la parte superior, y en el plomo la parte media, dependiendo de esto los síntomas particulares de estas diversas parálisis.

En este caso, la hepatitis misma es de la competencia de antimonio, entendiéndose por tal una exacerbacion subaguda de una hepatitis preexistente y crónica. La fiebre reumática aguda no pertenece á este medicamento. No tiene lugar en su tratamiento, sino cuando la reaccion languidece, y que los síntomas gástricos se pronuncian mas en el sentido de su accion.

El antimonio, en fin, está muy indicado en los grandes comedores, en los que usan alimentos abundantes y no fermentados, ó insulsos, y en las embarazadas. La somnolencia y las afecciones comatosas de estos sugetos pueden reclamar el uso del medicamento que acabamos de estudiar.

Las constituciones mas favorables á la accion del antimonio, son notables por el desarrollo de las vísceras abdominales, con un tejido celular adiposo abundante ó escaso; tienen los sentidos obtusos y están sujetas á la tristeza y afecciones deprimentes, ó á la alegría que resulta de la satisfaccion de los instintos animales ó de las tendencias del amor físico.

Corresponde tambien á las escrescencias epidérmicas, como los clavos, ciertas verrugas y producciones sicósicas, aun cuando estas producciones no esten acompañadas de síntoma alguno gástrico. Los fungus articulares y otras escrescencias nacidas en los tejidos blancos, si no se curan con el antimonio, serán accesibles á la accion de la stafisagria, del carbonato de cal y otros medicamentos.

El antimonio crudo no está exento de este período esténico por una accion directa sobre el sistema nervioso ganglionar é indirecto sobre el sistema sanguíneo, resultando, por consiguiente, que este último es de muy poca importancia para la práctica y que no reporta indicacion alguna si no acompañan los fenómenos de la vida vegetativa y del sistema gástrico.

Muchas fiebres gástricas sin agudeza, las designadas con el nombre de mucosas, exigen el uso de antimonio, cuando una indigestion ó un estado saburral mas ó menos habitual figura como causa en la etiologia ó en la recrudescencia y su prolongacion.

Esto es aplicable igualmente á las afecciones reumáticas, pues el antimonio reclama muchas de las que se han creido propias de la dulcamara, especialmente si se trata de dolores reumáticos repercutidos al interior y de las diarreas que les reemplazan. La fiebre propia de antimonio es remitente y terciana ó cotidiana.

El vértigo, el dolor de cabeza estupefaciente, un estado en el cerebro semejante al que acompaña á la embriaguez, y algunos dolores mas ó menos vivos en la cabeza, conducen á la eleccion del antimonio en ciertas neuralgias reumáticas del cuero cabelludo y de la cara, y contra los dolores que coinciden con afecciones cutáneas mal desarrolladas, ó con una supresion del sudor y el abotagamiento de la cara.

Consta además que la irregularidad del pulso es un síntoma no equívoco de ciertas afecciones gastro-intestinales. Este fenómeno, sin embargo, podria muy bien depender de la accion directa del antimonio sobre el nervio neumo-gástrico, de la misma manera que el asma y los accidentes asmáticos dependen de su esfera de accion.

Palabra del Dia

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