Tuvo, además, misión confidencial de la administración de Bustamante para arreglar el reconocimiento de nuestra independencia por España, de que se desistió en virtud de sus informes; había estado asimismo con carácter diplomático en Berlín, y para apreciar el resultado general de sus gestiones, bastará recordar que él negoció casi todos nuestros primeros tratados con potencias extranjeras.