repantigaban

Actualizado: 16 de julio de 2025

Por último, y esto era lo que causaba más admiración y envidia entre nosotros, en Sama se había abierto recientemente nada menos que un paseo con docena y media de castaños de Indias puestos en dos filas y ocho ó diez bancos de madera pintados de verde, donde los particulares se repantigaban todos los días para leer las gacetas de Madrid.

Armando Palacio Valdés - La aldea perdida: Novela-poema de costumbres campesinas