United States or Jersey ? Vote for the TOP Country of the Week !


Siguieron hablando de cosas del cielo algún tiempo, pero no como personas graves, sino como niños. Aquella charla pueril parecía refrescar á la condesa. La niña cándida y bulliciosa volvía á nacer dentro de ella, y salía lanzando dulces carcajadas á la luz, olvidándose de la oscura prisión en que había yacido once años.

Luego que amaneció continué mi camino por el Rio Segundo, que solo distaba 5 leguas: este dia fué cruel de viento, frio y nieve, por cuyo motivo no pude llegar á él hasta las once y media: el camino y demas es como el dia antecedente.

Eran once horas sonadas», o bien: «El desconocido llevaba un pantalón corto y una capa del mismo color». Estas son unas donosas pruebas de su estilo de traductor.

Durante todo este tiempo, los novios se escriben cuando están ausentes; y cuando están en el mismo pueblo, se ven en misa por la mañana, se vuelven a ver dos o tres veces más durante el día, suelen pelar la pava durante la siesta, vuelven a verse por la tarde en el paseo, van a la misma tertulia desde las ocho a las once de la noche, y ya, después de cenar, reinciden en verse y en hablarse por la reja, y hay noches en que se quedan pelando la pava otra vez, y mascando hierro, hasta que despunta en Oriente la aurora de los dedos de rosa.

Era Maugirón un amigo de la infancia, con el que no había para qué gastar cumplimientos, y Tragomer, seguro de una acogida entusiasta, se puso en camino á eso de las once y media y desde su casa, calle de Rembrandt, bajó á pie hasta el boulevard Malesherbes, donde, casi esquina á la plaza de la Magdalena, vivía Maugirón.

Sin embargo, había en él una distinción excepcional; no se parecía a nadie que ella pudiera recordar, y como la originalidad suele tan a menudo asustar a las gentes como atraerlas, no se sintió predispuesta en su favor. No puedo apenas esperar principió en amable tono, que me recuerde usted. Hace once años era una niña muy pequeña.

A las nueve se tomaba el te; a las once cada uno estaba ya en su casa. Ya sabemos que Felipe era el único joven que hasta entonces había sido admitido en aquel santuario.

A las once de la mañana, precisamente en el instante en que esa hora sonaba en la torre de la Colegiata, se sentaban en el estrado de Peleches Rufita González y su madre, las «parientas» de la casa, con todos los útiles de visitar encima: guantes, abanico, sombrilla y tarjetero, y los trapos mejores del baúl.

She has since then suffered from civil and foreign wars and from internal dissensions, but she has grown in wealth and strength and intellectual cultivation, until there is once more in the heart of her people the hope of ultimate and complete redemption.

En el camarote del capitán, un inglés, con blanco casco a la cabeza, rodeado de damas que bebían cognac, tocaba melancólicamente en la flauta el aria de «Bonnie Dundée». Eran las once cuando bajé a mi cámara.