United States or Taiwan ? Vote for the TOP Country of the Week !


La noche se presenta bien. Anduvieron dos horas por las cañadas buscando los lugares más conocidos del cazador por sus madrigueras. No había vivienda de conejo que no la tuviese anotada en su memoria. Isidro aprovechaba todos los altos del bicheo para tenderse en la hojarasca mirando a lo alto.

El canónigo fumaba un cigarro largo y fino; yo, un cazador, ese tabaco oscuro, velloso y de sangre, tan enérgico, sutil y esencial provocador de ideas e imágenes que, a veces, sustituye con ventaja los beneficios del trato humano, sin sus inconvenientes y molestias.

Iban atravesando la trinchera, llena de muertos, levantando los pies al sentir algún objeto blando, cuando oyeron una voz ahogada que decía: ¿Eres , Materne? ¡Ah! ¡Pobre amigo Rochart, perdón! respondió el cazador inclinándose ; ¡te he tocado! Pero ¿cómo? ¿Estás todavía aquí? ... No puedo andar..., porque me faltan las piernas.

Hago omisión de las heridas secretas, innumerables, infinitas: no eran nada comparadas con los consuelos que en seguida las curaban. En resumen, era feliz o me parecía serlo si la dicha consiste en vivir rápidamente, en amar con todas sus fuerzas sin causa alguna de arrepentimiento y sin esperanza. El señor De Nièvres era cazador, y a él se debe el que yo haya llegado a serlo.

Señores, la verdad es que todos nos hemos vuelto locos en España; los unos por lo que hacen y los otros por lo que dejan de hacer. En este momento se oyeron algunas exclamaciones ruidosas. La condesa misma salió de su languidez y se levantó de un salto. Por fin, ¡ya apareció el perdido! exclamó . Mil veces bien venido, desventurado cazador y malparado jinete. ¡Buen susto nos hemos llevado!

En cuanto vea que el perro se para explicábale don Eugenio al novel cazador, que apenas sabía por dónde coger el arma mortífera , se prepara usted y le anima para que entre..., y al salir las perdices, les apunta y hace fuego cuando se tiendan.... Si es la cosa más fácil del mundo....

El inocente animal, que sólo estaba herido en una pierna, corrió a esconderse en la maleza. Tal fué la indignación del magnate que, montando la escopeta, hizo fuego sobre el perro; mas éste, viendo la actitud agresiva del cazador, se había alejado rápidamente y no le tocó un solo perdigón. El Duque, encolerizado, furioso, le siguió para matarle, pero no logró darle alcance.

¿Adónde demonios vais tan de prisa? gritaba el cazador a los pastores cariacontecidos . ¿No tenéis vosotros confianza en las proclamas de los rusos y de los austriacos? Los campesinos, de mal humor, le respondían: ¡, ; ríase usted de las proclamas! ¡Ya sabemos lo que ahora valen!

Luego, la afición al patinaje predominaba sobre sus gustos de cabalgadora, y quería ser cazador alpino, «diablo azul» de los que se deslizan sobre largos patines, con la carabina en la espalda y el alpenstock en la diestra, por las nevadas pendientes de los Vosgos.

Luego, volviéndose hacia Materne, que estaba de pie detrás de él, dijo: No podemos permanecer más tiempo en esta incertidumbre; así es que vas a salir, con tus hijos, de reconocimiento. El rostro del viejo cazador se animó repentinamente. ¡Muy bien! Por fin voy a poder estirar un poco las piernas dijo Materne , y a ver si logro despachar a uno de esos granujas de austriacos o de cosacos.