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¡Señor Fígaro! un artículo de teatros. ¿De teatros? Voy allá. Yo escribo para el público, y el público digo para , merece la verdad: el teatro, pues, no es teatro: la comedia es ridícula: el actor A es malo, y la actriz H es peor. ¡Santo cielo! Nunca hubiera pensado en abrir mi boca para hablar de teatros.

Lo que es que a me gusta el de usted; es el rojo de los Elsberg. Te repito que lo del color es una bicoca, una fruslería. Como ésta; toma. Y le di algunas monedas. ¡Cielo santo! exclamó. Lo que es esta noche voy a cerrar la puerta de la cocina, por si acaso. De entonces acá he aprendido que el color del pelo es en ocasiones detalle de la más alta importancia para un hombre.

Voy ahora, lector amigo, á desarrollar á tu vista los varios cuadros del panorama que hoy la ilustre Córdoba presenta.

, vamos, vamos; la escena será chistosa. Levantáronse, y recogieron aprisa abanicos, sombrillas y velos, precipitándose hacia la puerta. Eh, ¡señoritas! decía la condesa de Monteros . No corran ustedes tanto, yo no soy tan joven como ustedes, y voy a quedarme atrás.

Era aquél un débil subterfugio, pero a Godfrey no le gustaba mentir, y como sabía que ninguna duplicidad puede prosperar mucho tiempo sin la ayuda de palabras falsas, no tenía a su disposición ningún efugio imaginado de antemano. ¿Que no lo sabéis? Yo voy a deciros por qué ha sido, señor. Habéis hecho de la vuestra, y para eso comprasteis su silencio dijo el squire con una penetración brusca.

eres el que me ha extraviado con tus maniobras interesadas y tus pérfidos consejos.... ¿Es posible? Pero si jamás.... Después de lo que acaba de suceder, comprenderás que debemos separarnos para siempre. ¡Oh! Yo me voy á París mañana temprano. , partirás cuando gustes. ¡Buenas noches! Vete á descansar, rayo de la guerra; ¡bien lo has ganado!

Además añadió la mujer, recelosa jamás nos la dejan ver sin testigos...; muchos domingos voy a misa a Rucanto por buscar ocasión de hablarla al salir, y siempre a su vera están la hija o la madre guardándola con codicia. Está bien que Carmen no vaya sola. Bien estará; pero esas mujeres no me van gustando.

ELECTRA. Silencio... Me llama, me llama. EVARISTA. ¡Hija, vuelve en ti! ELECTRA. ¿Oís?... Voy, madre mía. A ti no... A sola. ¿No oís la voz que dice ¡Eleeeectra!...? Voy a ti, madre querida. MÁXIMO. Iniquidad! Para poder robármela le han quitado la razón. MARQU

21 para que cuando volviere, no me humille Dios entre vosotros, y haya de llorar por muchos de los que antes habrán pecado, y no se han enmendado de la inmundicia y fornicación y deshonestidad que han cometido. 1 Esta tercera vez voy a vosotros. En la boca de dos o de tres testigos consistirá toda palabra.

Te voy a hacer un armario para la ropa, tan bueno y tan famoso, que la gente pedirá papeleta para verlo, como la Historia Natural, y Caballerizas.