United States or Norway ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿Pensáis que volvamos al río, señor Stael? , Horn. Estoy inquieto por nuestra chalupa. Pero nos dejaréis almorzar antes. Me siento flojo, y el estómago me pide algo más que frutas. El mío me pide unas chuletas dijo Hans . La caza no debe faltar en esta selva. Y la tenemos muy cerca dijo el chino, que desde algunos minutos antes estaba observando las plantas acuáticas.

No importa, te daré una chaqueta mía; siento que no haya para todos. No hay necesidad. Oh! , , ¡mi chaqueta! Toma, mírala: un poco ancha te vendrá. Pero, Braulio.... No hay remedio; no te andes con etiquetas.

No tengo bien ni le espero, Ni en mi tierra siento quien Me pueda hacer algun bien. Pues yo no me desespero. Dios nos ha de remediar, Hermanos, mostrad buen pecho, Que el Señor que nos ha hecho, No nos tiene de olvidar. Roguemosle como á padre Nos vuelva, y á nuestra Señora, Pues es nuestra intercesora Su madre, que es nuestra madre.

Siento en el alma, señor conde, ocasionarle a usted una molestia... mucho más cuando no tengo título alguno... me apresuré a decir.

¡Dios sea bendito! exclamó Margarita, levantando los hermosos ojos, llenos de lágrimas, al cielo, que en el amargo y negro día en que para juzgaba ya cerradas todas las puertas de la esperanza, la felicidad encuentro, no embargante el dolor que siento porque mi desdichada madre no vive, y es testigo y partícipe de mi ventura.

Crea usted que lo siento, pues no me gusta herir las creencias de nadie, y más aquellas que forman el ideal de nuestra vida. Pero la verdad es la verdad. A usted no le importa nada la cuestión social, ¿no es cierto? Ni la conoce, ni le habrá preocupado un solo instante.

Sol, estrella, luna, flor, Aurora, sílfide, brisa, Que alumbra con su sonrisa Y alumbra con su mirar, Es original sin tipo Que encierra en al universo, Y que no es dado, ni al verso, Ni al pincel el retratar! La lira cae de mi cansada mano, Y me siento vencido en tu presencia: Perdóname si quise en mi demencia Tu candorosa imágen retratar.

No si expresarme, Magdalena; hacia tu padre siento a un tiempo gratitud, respeto y cariño acendrado; pero has de convenir conmigo en que un compañero de viaje, debe inspirar otro sentimiento que el de la veneración. No hay cosa más incómoda en semejantes circunstancias que las reverencias del respeto.

Si usted ha errado, las intenciones que la condujeron al error la hacen más merecedora de perdón que a cualquier otro. Usted que se siento indigna del perdón lo ha esperado, lo espera...» «No aquí» fue su respuesta. Y lloró. ¡Ella no!