United States or Greenland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Es necesario creer que esta frase tendría una intención muy cómica, puesto que en la baca todo el mundo se rió a carcajadas. El amolador no se reía. Al ver esto, el tahonero dirigiose a . ¿No conoce usted, caballero, a la mujer del amolador? ¡Vaya con la picaruela de la feligresa! En Beaucaire no existen dos como ella. Redobláronse las risas.

Con los primeros rayos de la aurora se pensó recién en poner punto final a la fiesta, y los guitarreros echaron el resto en una hueya de aquellas donde se oyen quejidos y risas, donde se ven lágrimas y alegrías, verdadero reflejo del carácter de nuestro gaucho.

Dicho esto, D. Pedro celebró mucho con risas su propio chiste, y luego tomó Beña la palabra para sostener la conveniencia de vestir a la antigua. ¿Verdad que era graciosa la manía?

Sin duda, no había recobrado su brillante alegría de otros tiempos, que esos siete años de ansiosa espera parecían haberse llevado irrevocablemente; ni cantos ni risas se escapaban ya de sus labios, pero un brillo suave y cálido animaba sus facciones como si una luz salida del alma, las iluminara.

Se necesitaba un valor heroico para aceptar la invitación á sus comidas, que ella misma preparaba. A los postres hay que pedir por teléfono un médico, y alguna vez será preciso avisar á la Agencia de pompas fúnebres. Entre risas sofocadas, recordaban la historia de la dueña de la casa. Había sido rica en otros tiempos; unos decían que por sus padres; otros, que por sus amantes.

Junto a los trozos de roca cubiertos por verde hiedra, formando dique de piedra al agua que se desboca, se oye un rumor que entrechoca con multitud de sonidos; notas de risas, gemidos, sollozos e imprecaciones y acentuadas inflexiones de besos de boca a boca.

Los inspectores les vigilaban yendo de un lado a otro, tomando parte en sus conversaciones, fomentando sus bromas y sus risas, y evitando con su presencia los excesos, sin disminuir con ella la alegría y la expansión.

María Teresa, que era muy buena nadadora, gozaba con delicia en el baño; se alejó un poco dejando a las jóvenes de Blandieres disputarse a Huberto entre risas, gritos y golpes de agua. Mientras nadaba, pensaba en el placer que tendría en hacer así largos paseos en la frescura del agua. Solamente que necesitaría un compañero robusto con quien no tuviera que temer ningún peligro.

Al arrancar la berlina, soltó al fin Margarita la risa, exclamando entre inocentes carcajadas: ¿Pero qué haría en el salón aquella chocolatera?... ¿Pues no te lo he dicho? replicó la Albornoz haciendo coro a las risas de la niña . De seguro que la manda a la kermesse como un bibelot nunca visto; verás cómo no me equivoco.

Nicolasa excitaba y provocaba con sus risas, con sus ojeadas lánguidas y con su libertad y desenvoltura.